Período 5 – “Lucifer en el Cocytus”

P. ¿De qué color son las panties que está usando hoy?

R. Estás muerto.

PsyCome_V1_237 (converted)

“Dijiste… ¿que la Escuela Purgatorium de Rehabilitación es una escuela especializada para crear asesinos profesionales?”

Luz solar filtraba por la más recóndita ventana, iluminando el angosto salón.

Parada en frente del escritorio de la oficina en medio de dos libreros, una figura estaba fumando mientras preguntaba.

Retroiluminado, el rostro de la figura no podía distinguirse. No obstante, era probable que estuviera sonriendo.

Mientras Kyousuke respiraba de manera irregular, de pie ante la puerta abierta, la figura emitió un “kukuku…”.

“¿Dónde escuchaste eso? Oh bueno, puedo suponerlo… De todas formas, primero cálmate. ¿Viniste corriendo a buscarme tan pronto como lo escuchaste? Reviviendo apenas luego de recibir disciplina, cielos, sí que eres un cerdo animado.”

“… Deje de parlotear cosas sin sentido y respóndame rápido, Kurumiya.”

Kyousuke gruñó mientras daba un paso al frente. Su voz estaba llena de furia incontrolable.

La figura–Kurumiya–tenía razón. Tan pronto como Kyousuke escuchó eso de Eiri, salió corriendo de la enfermería para preguntarle a Kurumiya.

Este lugar al que Kyousuke había llegado estaba en el cuarto piso del nuevo edificio escolar, uno de los salones del staff preparados para cada profesor de la Escuela Purgatorium de Rehabilitación.

Kyousuke casi había terminado de recuperar el aliento cuando soltó su pregunta.

“Respóndame, lo que escuché es verdadero o falso… ¡Apúrese y responda! ¡Aunque me gradúe, no me enviarán de regreso a la superficie de la sociedad, en cambio terminar en el lado oscuro, ¿qué demonios pasa con eso?!”

Ante la violenta voz de Kyousuke, Kurumiya exhaló humo púrpura.

Apagando el cigarrillo en un cenicero, se puso de pie.

“Debo haberlo dicho en la primera clase, ¿no, Kamiya? El propósito de la Escuela Purgatorium de Rehabilitación es corregir la naturaleza retorcida de los asesinos convictos para que sean reformados y rehabilitados.”

Kurumiya caminó lentamente alrededor del escritorio y se dirigió a Kyousuke.

En lugar de un cigarrillo, con la mano estaba sosteniendo una tubería de acero.

“… Sin embargo.”

Acercándose instantáneamente, Kurumiya miró a Kyousuke.

Sonriendo con malicia, lucía como si estuviera disfrutando de cada una de las reacciones de Kyousuke.

“No recuerdo haber dicho nada acerca de ir a la superficie de la sociedad después de la graduación. Ya que odio las mentiras… sólo hablo con la verdad. Mocoso, estás totalmente en lo cierto–Esta escuela es exactamente eso.”

“¡¿Ah?! ¡¿Se está cagando en mí?!”

En el instante que Kyousuke escuchó, sujetó a Kurumiya del cuello.

Levantando el pequeño y liviano cuerpo de Kurumiya.

La expresión de Kurumiya permaneció impávida, mirando a Kyousuke con diversión.

“Ohoh, qué miedo, qué miedo… Kukuku. ¿Estás pensando en matarme, cierto? Oh bueno, no es posible de todas maneras. Porque no tienes ninguna experiencia en asesinar, mocoso.”

“¿Q-Qué? Cómo diablos sabe eso–”

“Por naturaleza, los humanos son incapaces de matar gente.”

Todavía suspendida en el aire, la mirada de Kurumiya no se movió ni una pulgada y su expresión seguía alegre.

“Este es uno de los fundamentos establecidos en la killología (1). Los animales se involucran en actividades sistemáticas para prevenir que las especies se extingan. De hecho, al entrenar soldados capaces de resistir en un campo de batalla, uno de los desafíos más importantes y engañosos puede llegar a ser el tener que romper la barrera de ‘matar a los de tu propia especie’.”

La intensa sonrisa de Kurumiya cargaba maldad.

De sus labios sonrientes, ocho dientes estaban brillando.

“Pero los asesinos reunidos aquí son diferentes. Ya han roto la barrera. Hay algunos que mataron por casualidad, algunos enfermos mentalmente o que están dispuestos con naturalidad, sin embargo… Sin importar qué, cuando la rompes una vez, el resto es un simple epílogo–Todo lo que necesitamos es corregirlos para lograr que sean fáciles de comandar. Son recursos humanos bastante apropiados para servir como asesinos profesionales.”

“Qu…”

Las manos que sostenían a Kurumiya del cuello gradualmente se soltaron, por fin dejándola ir.

Kyousuke tropezó hacia atrás, gimiendo del shock.

“Qué dem… no puedo creer que se reúnan a los asesinos con este propósito…”

“Sí, así es. Dicho eso, hay excepciones. La Uña Oxidada que no puede matar a pesar de nacer en una familia de asesinos… Así como un virgen como tú, Kamiya.”

El comentario de Kurumiya instaba a Kyousuke a que se diera cuenta de algo.

Ya que ‘tener experiencia en matar’ era un pre-requisito para reunir a estos estudiantes, no había razón para encerrar a Kyousuke en esta clase de lugar. –Pero entonces, ¿por qué?”

“Así es, tú no has matado a nadie. El cargo por los doce homicidios fue una trampa, lo supe todo el tiempo… Ya que la razón por la que te incriminaron, mocoso, fue porque nuestro director te designó intencionalmente a ti.”

“…… ¿Huh? Qué… ¡¿Qué diablos?! Por qué intencionalmente…”

“Kukuku… ¿No es obvio? Por supuesto que es por tus habilidades físicas inusuales que necesitábamos obtener aun si tuviéramos que fabricar los falsos cargos. Aunque todavía tienes que romper la barrera, esto puede lograrse a través de la disciplina. Por ejemplo, creando situaciones diseñadas por mí donde estás acorralado sin ninguna otra opción más que matar.”

De pronto, Kurumiya sacó algo de su bolsillo del frente y lo levantó.

El lustre y brillo oscuro, y el contorno robusto. Kyousuke había visto este revolver.

“… Qué fastidio. Lo de hoy fue una verdadera lástima. Esperaba que al menos mataras a uno o dos en defensa propia cuando esos asesinos trataron de ejecutarte en privado, pero… Nunca esperé que alguien interviniera. Puse claramente esta arma mortal en circulación y aun así esos tontos son unos inútiles. No puedo creer que todos cedieron ante las amenazas de Uña Oxidada.”

“¡¿…?! ¡¿Esa maldita arma fue cosa suya, Kurumiya?!”

Kyousuke estaba estrujando su cerebro, incapaz de entender cómo alguien podría esparcir esta gran cantidad de armas mortales–

Entonces fue obra de los profesores más que de los estudiantes. Esto se estaba tornando ridículo sin límites.

Kyousuke quería sujetar y levantar a Kurumiya otra vez, pero ella dijo “okey, okey” de manera apaciguadora.

“Bueno, espera. Cálmate. Aunque soy una profesora, apenas estoy en el nivel más bajo de la jerarquía, ¿sabes? Sólo sigo órdenes de los de arriba, así que odia al director de la escuela si quieres odiar a alguien. Además… ódiate a ti mismo. Odia a tus excesivas habilidades físicas y a tu propia estupidez por ocasionar tantos problemas y que incluso el lado oscuro de la sociedad sepa de tu poder… Sí, Asesino y Megamuerte Kyousuke.”

“¡¿Guh…?!”

En ese momento, su dedo aproximándose al cuello de Kurumiya se detuvo. Kyousuke apretó los dientes con fuerza.

Los enemigos que Kyousuke había logrado hasta este punto incluían más que delincuentes y hooligans. Tampoco faltaban Yakuzas y gángsters. Seguramente había varios que tenían contactos íntimos con el lado oscuro de la sociedad.

“… ¿Es mi culpa?”

Al principio se había involucrado en peleas para proteger a su preciosa familia. Luego sin darse cuenta, metiéndose más a fondo en las peleas, se había provocado a sí mismo esta situación sin remedio…

Al final, la que salió herida fue Ayaka, la persona que él más quería proteger, así como él mismo. Porque Kyousuke no había comprendido o utilizado su poder de manera correcta.

“No puedo creer que diga que es mi culpa… Maldición.”

Kyousuke rechinó los dientes y apretó su puño derecho.

En este momento, era todo lo que podía hacer. Kyousuke no sabía si debería culpar a alguien. Habiendo perdido la dirección, sus intensas emociones daban vueltas en círculos en su cerebro.

–Justo en ese momento.

“Oh, cierto, cierto… Hay una cosa más que olvidé decirte.”

Kurumiya habló en voz baja.

“… ¿Qué?”

Kurumiya sonrió de manera sádica hacia Kyousuke quien fruncía el ceño.

“Es sobre la fachada del ‘Asesino en Masa de Doce’ que te viste forzado a ponerte. Originalmente esta fachada estaba pensada para alguien más. Encima, esa persona es una asesina psicótica que se divierte mucho al matar, sin estremecerse en lo más mínimo ya sean docenas o cientos de víctimas… ¿Sabes de quién estoy hablando, Kamiya?”

“… ¿Huh? ¡A quién le importa! ¡¿Cómo podría saberlo?!”

Una enfermedad mental que hacía posible matar a cientos de personas sin estremecerse, ¿cómo podría siquiera suponer quién era?

En ese caso, Bob podría llegar a ser–pero sin importar cuánto lo pensara Kyousuke, ese monstruo probablemente no haya matado a cientos de personas.

Al ver a Kyousuke incapaz de responder, Kurumiya se veía decepcionada.

“… Hmm, ya veo. No tienes idea. Pero es una chica con la que te has hecho amigo desde que viniste aquí. Kukuku… Okey, bien podría decírtelo si no lo sabes. Ese día, quien tomó a esos doce hombres que derrotaste en la bodega abandonada, los cortó, los quebró, los aplastó, los desgarró, los rebanó, jugó con ellos, diseccionándolos, matándolos y matándolos y matándolos y matándolos y matándolos y matándolos una y otra vez, la autora de los asesinatos en masa fue–”

Los ojos grandes y redondos de Kurumiya de repente se entrecerraron.

Entonces Kyousuke lo escuchó.

En cierta forma, era el nombre que menos quería escuchar.

“–Hiwaka Renko. La chica que siempre es amistosa contigo, y que usa una máscara de gas. Ella es Creada Para Matar, un mecanismo mortal que tiene innumerables experiencias en matar. No sólo en la clase sino en todo el grupo del primer año entero, ella es la Maquina Asesina número uno.”

× × ×

–Mentira.

Kyousuke rugía con fuerza mientras salía corriendo del nuevo edificio escolar.

¡–Mentira, mentira, mentira, mentira, mentira, mentira, mentira, mentira, mentira, mentira!

¿Cómo puede ser posible que Renko sea una asesina psicótica que mató a cientos de personas sin estremecerse?

Absolutamente imposible. Esto no puede ser verdad. No deseaba que lo fuera.

‘Bueno, ¿por qué no se lo preguntas directamente a ella? En este momento está en la azotea, ¿sabes? Kukuku…’

Tan pronto como las palabras de Kurumiya le llegaron, Kyousuke inmediatamente salió corriendo de la oficina.

Esprintando, Kyousuke podía sentir incluso como los fuertes latidos de su corazón dolían.

(No puede ser, Renko… ¡Dime que todo es una mentira! ¡Como siempre, sólo ríete de mí con entusiasmo!)

Cuanto más se acercaba a su destino, más aumentaban sus sospechas hacia Renko.

La chica con los antecedentes desconocidos y que usaba una máscara de gas las veinticuatro horas del día.

Su verdadera identidad y naturaleza–Kyousuke no tenía idea.

Aun si detrás de esa actitud amistosa y despreocupada habían ojos que destellaban maliciosamente con instinto asesino, aun si detrás de la risa “foosh” de esa máscara había un rostro retorcido con locura, Kyousuke no tenía manera de saberlo.

*Huuf… Huff… Suspiro… Suspiro…*

De pie frente a la puerta de metal que daba a su destino, Kyousuke ajustó su respiración.

La puerta color acero tenía las palabras “Prohibido Entrar” escritas con pintura roja. Esta era la entrada a la azotea del nuevo edificio escolar. No tenía seguro. Kyousuke puso su mano en la manija y se fortaleció para abrirla.

Instantáneamente, entró la luz. Bajo el cielo azul grisáceo, giró el cuello, buscando a Renko.

Sin embargo, en este estrecho lugar encerrado con cercos metálicos y alambre de púas, no había signos de nadie más aparte de Kyousuke.

“… ¿Renko? ¿Estás aquí? ¡Oye, Renko!”

Gritando su nombre, fue a cada rincón y grieta pero no pudo encontrar a Renko.

“… Sheesh, qué diablos. Esa chica no está aquí…”

Parece que las cosas habían escapado a las expectativas de Kurumiya.

Sintiendo una mezcla de alivio y decepción, Kyousuke exhaló, relajando sus nervios–Justo en ese momento…

“Oh, perdón, perdón. ¿Parece que te hice esperar? Foosh.”

La voz de cerca de la puerta.

Kyousuke estaba sujetando el cercado en frente de él. Rápidamente volteó.

“Escuché de Kurumiya-san sobre lo que pasó. ¿Parece que tienes algo que preguntarme?”

–Igual que siempre, Renko estaba parada allí.

Hablando casualmente de manera distante, era la chica de la máscara de gas negra.

Mirando al congelado Kyousuke quien no respondía, Renko dijo “mm-hmm…” y enfatizó su voluptuoso busto.

“¡Por cierto, el tamaño de la copa es G! Foosh. Kyousuke, ¿esa debe ser tu pregunta, cierto? Estaba pensando que debe ser difícil hacer ese tipo de pregunta, así que me adelanté y te lo dije, Kyousuke. Ya que es una rara oportunidad, déjame decirte mis tres medidas también, ¿sí? Yendo de arriba abajo, el busto es–”

“Renko.”

“¿Hmm? ¿Qué pasa? Estás poniendo una cara muy aterrante. Como si fueras a atacarme… ¡Ha! ¿Es por eso que elegiste un lugar tan desierto, Kyousuke, para que puedas hacerme esto y aquello–?”

“¡–Renko!”

Kyousuke no pudo evitar rugir enfadado. Conforme Renko exclamó “¡¿Uwah?!” sorprendida, él la enfrentó, mirando su máscara de gas.

“… Deja de bromear. Eso no es lo que te quiero preguntar.”

Con el fin de calmarse, Kyousuke respiró profundo y concentró poder en su puño.

Renko también parecía interpretar la atmósfera, suspirando “shuko…”, con lo cual dejó de hablar.

El sol estaba empezando a ponerse. Los rayos del ocaso iluminaban la azotea.

En este mundo, que se tornaba gradualmente de anaranjado, Kyousuke preguntó:

“Oye Renko–¿Es verdad que mataste a cientos de personas?”

“……”

Un sutil silencio se esparció.

Pronto, Renko inclinó la cabeza, perpleja.

“¿Cientos? Lo siento, Kyousuke. No tengo idea… Ni siquiera yo misma estoy muy segura.”

Llevándose los dedos al mentón de la máscara, Renko respondió en un murmullo.

“La cantidad de personas que he matado hasta el día de hoy, no las he contado una por una. Aunque me preguntes ‘¿has matado a cientos?’ no puedo responderte. Sin embargo, hay una cosa de la que estoy segura…”

Renko hizo una pausa en ese momento y se sacó la capucha.

Su cabello plateado revoloteó ligeramente con el viento.

“Soy más capaz de matar que cualquiera en esta escuela… Mejor matando que cualquiera… ¿Sabes por qué? Porque fui hecha así. En otras palabras, yo soy–”

Renko se sacó el blazer y el anorak, dejándose sólo una camiseta sin mangas.

Sus brazos expuestos estaban cubiertos casi por completo de tatuajes tribales negros.

Líneas de varios grosores se entrelazaban formando tatuajes complejos, que lucían como pesados grilletes.

“–Creada Para Matar. Un ser cuya voluntad de matar ha sido diseñada al nivel de su ADN. Como tijeras creadas con el propósito de cortar papel, como martillos creados para martillar clavos, como pistolas creadas para disparar y matar gente… Me crearon para no hacer otra cosa más que matar. Matar por odio, matar por tristeza, matar por diversión, matar por soledad, matar por vacío, matar por dolor. No lo entiendo mucho, pero mato gente de todas maneras. Mato por capricho, mato en cualquier caso. Matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar sin parar… Porque todas y cada una de mis emociones está vinculada a un comportamiento asesino. –Si esta máscara de gas estuviera ausente.”

Cantando una canción, Renko se sacó los auriculares.

Lanzándolos a un lado, sus pálidas y bellas orejas quedaron expuestas.

Entonces finalmente Renko puso sus manos en la máscara. Llevándolas a la parte de atrás de su cabeza, desató las bandas de seguridad, mientras suspiraba “shuko…”

“Esta máscara es el limitador con el que mi creador me equipó. Reprime todas mis acciones y causas necesarias relacionadas con asesinar–Un dispositivo para reprimir el instinto asesino y la masacre compulsiva. En otras palabras, puedo ser una chica normal mientras tenga puesta esta máscara… Sin embargo, ya que dijiste que querías conocer a la verdadera yo, Kyousuke, creo que está bien que te lo diga. Normalmente, por supuesto que no me la quitaría… Pero esta vez, abriré este seguro especialmente para ti, Kyousuke.”

“R-Renko…”

Kyousuke retrocedió, su espalda chocó con el cercado de metal.

Al ver a Kyousuke temblar por miedo instintivo, Renko sonrió–Se sentía como si estuviera sonriendo.

“Cargando todos estos sentimientos hasta ahora, por fin puedo actuar frente a ellos esta vez… Es la primera vez que experimento esta clase de sentimiento. Estoy interesada en ti, me enamoré incurablemente de ti, no puedo alejar mi atención de ti. Mi mente está completamente llena de ti. Quiero entender más sobre ti y ayudarte a entender más sobre mí. Me gustas, Kyousuke… ¡Te amo! Así que–”

Quiero experimentar el instante en que estos sentimientos se conecten al acto de asesinar.

Renko susurró. Inmediatamente.

–Crujido. El sonido de las bandas de seguridad abriéndose.

Quitadas las restricciones, la máscara negra cayó instantáneamente al piso.

La verdadera cara de Renko se reveló–era tan hermosa que fascinaba.

“……”

Kyousuke la miraba, cautivado, perdido en esos ojos.

Con un cielo de fondo teñido de sangre, su cabello plateado revoloteaba suavemente.

Piel blanca como la porcelana, reluciendo como agua bajo el ocaso.

Cejas delicadas, bellas y delgadas, ojos cerrados con discreción, pestañas lo suficientemente largas para producir sombras, un puente de nariz alto y recto, precioso labios rosa claro… Todo era hermoso de manera incomparable, sublime y seductora.

Quién sabía si esto podía llamarse belleza funcional, si los límites de la tecnología humana se exprimieran en pos de lograr la belleza, quizás un rostro así era posible de hacer–Kyousuke pensó.

“… ¿Re…ko…?”

Como reaccionando al escuchar su nombre escapar de los labios de Kyousuke, las pestañas de Renko se estremecieron ligeramente.

Sus párpados se abrieron lentamente, mostrando sus ojos al mundo.

Alcanzando infinitamente la transparencia, ojos azul claro parecidos a glaciares deambularon su mirada por el aire, capturando a Kyousuke.

–Instantáneamente.

“… Fufu.”

Un respiro de alivio. Los rosados labios trazaron curvas de alegría.

Los ojos azul claro se entrecerraron en una línea recta. El verdadero rostro de Renko abrió la boca.

“¿Qué sucede, Kyousuke? ¿Te gusta mi verdadera cara…? Fufufu. No puedo parar de reír, no puedo detener la música… ¡Estoy tan feliz que voy a enloquecer! Oh, estoy tan feliz, Kyousuke. Nunca pensé que me sentiría tan feliz al mostrarte mi verdadero rostro… Fufufu. Maravilloso, este debe ser el impulso inicial. ¡Subiendo directo desde el bajo vientre, corriendo sin parar! ¿Es esta la melodía de la muerte que tocaré para ti? Fu, ufufu…”

La risa en aumento hacía que se sacudieran sus hombros. Cerrando los ojos otra vez, Renko empezó a mecer su cuerpo.

Su cuello se movía de arriba abajo mientras que su cuerpo se balanceaba de izquierda a derecha. Parecía que estaba siguiendo un ritmo, marcando el compás.

Aunque se quitó los auriculares estaba bien, aunque no había música estaba bien.

El comportamiento incomprensible de Renko estaba haciendo que Kyousuke sudara en exceso.

“… ¿Huh? Uh, oye… ¿De qué estás hablando? No lo entiendo, ¿Renko…?”

Ante los titubeos de Kyousuke, Renko abrió los ojos y se rió.

“Fufu… ¿Hmm? Oh, no es nada importante. Para mí, el instinto asesino es música y la música está empezando a sonar, eso es todo. ¿Puedes escucharla, Kyousuke…? O quizás, esta música–death metal, ¿nunca la has oído? No importa, yo tocaré la música así que no te preocupes por eso. Ya sean voces de muerte, gritos o gruñidos, tocaré todo para ti… ¡Deja que componga y toque los ritmos de la melodía asesina para ti! Aja, eso es lo que sucede, sí–”

Renko entrelazó los dedos y los levantó por encima de su cabeza, gimiendo de manera seductora.

Inflando su masivo busto, enfatizándolo más y más, la camiseta se ajustó.

Soltando sus brazos que se habían extendido hasta sus límites detrás de su espalda, se inclinó hacia delante.

Conforme bajaban casualmente los brazos cubiertos de tatuajes, sus ojos azul claro se abrieron de manera exagerada. Como un arco iris sobre la superficie de un lago azul–Pupilas oscuras, como las de un gato, estaban mirando intensamente, intensamente, intensamente a Kyousuke.

Las esquinas de sus labios, formaron una sonrisa, revelando colmillos excepcionalmente afilados. En el siguiente instante–

“Sé el Maestro de Ceremonias por un rato, ¿sí? ¡Deja que empiece este recital en vivo, Kyousukeeeeeeeeeeeeeeeee!”

Convirtiéndose en una bestia, chilló con salvajismo.

Impulsándose, el cabello plateando de Renko revoloteó al abalanzarse.

× × ×

Evadir este ataque fue probablemente desafortunado.

Tan pronto como ella saltó, Renko atravesó el aire, girando mientras volaba hacia Kyousuke.

Había desatado una tormenta blanca-plateada. Esta no era en absoluto una acción que un humano podría realizar, era como una bestia de cuatro patas.

Los cinco metros de distancia a los que Kyousuke se encontraba se redujeron en un instante a cero. Poder de salto más allá de los parámetros normales.

Diagonalmente arriba, a una distancia extremadamente corta, ella blandió el brazo derecho trazando un arco.

“… ¡¿Ku?!”

Cayendo a un costado, Kyousuke apenas la esquivó.

Menos de un segundo después, Kyousuke escuchó un extraño sonido, un crujido, en donde estaba parado recién.

El viento arrastró una suave fragancia a jabón así como un olor concentrado a óxido. Olía bien.

“… ¿Huh? Qué raro. Lo esquivaste… Bien hecho, Kyousuke. Fufufu.”

Renko se rió, feliz, mientras lentamente acomodaba su postura.

Del cercado aplastado y retorcido, ella sacó su brazo, balanceando ligeramente la ensangrentada muñeca.

No era la sangre de Kyousuke sino la suya. Su palma derecha parecía sangrar.

“Encima, ah~… ¡Qué excitante, no pude controlar mi fuerza! Si me concentró demasiado, puede que termine rompiéndome la mano. Después de todo, los principios de mi diseño están basados en asesinar por lo que soy incapaz de destruir algo más duro que los huesos. Fufu… Oh bueno, como sea.”

El instinto asesino estaba haciendo que su cuerpo se balanceara. Renko se reía, feliz.

Parece que no sentía dolor en lo más mínimo.

Aterrizando sobre su trasero ligeramente lejos, Kyousuke alzó la vista hacia Renko, sorprendido.

“Q-Qué demonios… Qué eres… No puede ser… ¿No eres humana en absoluto?”

Su mirada estaba fija en la parte destrozada del cercado metálico que quedó espectacularmente aplastada.

Si esa clase de ataque lo hubiera golpeado, aunque no muriera de manera instantánea, hubiera sido fatal.

Renko vigiló a Kyousuke, mirándolo desde lo alto, lamiéndose su mano ensangrentada.

La punta de la lengua de Renko recorrió su tatuaje y luego subió. Esta demostración sensual hizo que Kyousuke reaccionara temblando.

“Por supuesto~, Kyousuke, eres muy rudo… Soy humana, aunque no un producto natural. Más bien, eres tú, Kyousuke, tus reacciones son muy intensas. Me estoy enamorando de ti más y más… Mmmhmmhmm. Mi instinto asesino está ardiendo así que déjame escuchar más de esas maravillosas voces de gemidos en aprietos, ¿sí? ¡Te daré mucho amor!”

Terminando de lamerse la sangre, Renko levantó el brazo derecho, sin preocuparse en absoluto de su herida.

Con una expresión deslumbrada, ella dejó que su impulso asesino silencioso manejara su cuerpo a su antojo.

En contraste con el cielo que parecía quemarse, su cabello plateado y el colorido brillo de sus ojos azul claro llenos de locura, la vista era tan preciosa que resultaba sofocante.

Entonces así es–Incluso con la muerte acercándose, los sentimientos de Kyousuke seguían en calma. Ni temblando del miedo ni sucumbiendo ante la desesperanza, él simplemente la miraba fascinado, cautivado por ella.

El rostro de Renko se sonrojó suavemente, mostrando los colmillos, sonriendo.

“Kyousuke, ¿me dejarías matarte? Esta vez, no fallaré… Definitivamente no fallaré.”

–Kyousuke era incapaz de moverse.

A pesar de saber que estaba a punto de ser asesinado, su cuerpo no aceptaba sus órdenes.

Renko apretó su puño tan fuerte que los dedos se le clavaron en la carne.

Los tatuajes que cubrían todo su brazo como alguna clase de cadena parecían repiquetear fuerte.

–Justo en ese momento.

“¡¿Kyousuke?!”

“¡Kyousuke-kun!”

Las voces urgentes atravesaron el aire.

Eiri y Maina aparecieron por la puerta  de metal abierta.

“¡Ah, jeez! ¡¿Qué demonios?! Interrumpir mi concierto, este maldito ruido–”

Bajando el puño derecho que había levantado por encima de su cabeza, Renko volteó.

Entonces en el instante que confirmó las dos figuras, la alegría empezó a surgir rápidamente por el perfil de su rostro.

Sus ojos entrecerrados se abrieron, las esquinas de sus labios se levantaron.

“… Ah. ¿Qué, pero si son Eiri y Maina? Yahoo~ ¡Ambas! Llegaron en el momento justo. Los conciertos necesitan público después de todo. ¡Sí!”

“Eh… ¿Acaso es Renko…? ¿Eres Renko?”

Mirando alternadamente entre la máscara de gas en el piso y la belleza de cabello plateado, Eiri miraba con los ojos abiertos de par en par.

Maina también veían la verdadera cara de Renko, perpleja.

Probablemente contenta con estas reacciones, Renko se rió con alegría.

“¡Fufu, así es, soy Hikawa Renko! ¿Ahora finalmente entienden que soy una chica hermosa? Qué felicidad… ¡Soy tan feliz! Sin embargo, en este momento estoy ocupada así que las mataré luego. ¿Podrían quedarse viendo por ahora?”

Tan pronto como terminó, volteó hacia Kyousuke otra vez.

“¡¿Huh?!” Eiri exclamó violentamente.

“¿Dices que estás ocupada? ¡¿Qué le estás haciendo a Kyousuke?!”

Conforme Eiri dio un gran paso al frente, sus ojos rojo vino ardieron con flamas de ira.

Delante de su penetrante y feroz mirada estaba la mano derecha de Renko sangrando.

“Y encima dices que… ¿nos matarás? ¿Qué clase de maldito chiste es ese?”

Pasando frente a la máscara de gas, Eiri caminó rápidamente.

Parece que la sangre se le había subido a la cabeza, evitando que se diera cuenta de lo rara que Renko estaba actuando.

“Esta… ¡idiota! ¡No te acerques! Apúrate y escapa–”

“–Qué ruidosa.”

Como aplastando el grito de Kyousuke, el rugido de Renko se escuchó.

Como el pesado sonido de un bombo, se desató desde el fondo de su abdomen.

Un sonido como creado con enojo y odio, aplastantes hasta sus límites.

La atención de Renko dejó a Kyousuke y volvió a Eiri.

La cara que Kyousuke vio ahora era inexpresiva y el rostro sonriente de antes se desvaneció por completo.

“… Ah. ¿Qué estás haciendo, Eiri? Mi instinto asesino está siendo interrumpido por más instinto asesino… La melodía que ya se está tocando está siendo perturbada por otras melodías. El ritmo sonaba tan bien, pero la canción se interrumpió a la mitad, forzando que se toque un nuevo tono, eso me fastidia mucho–¡Terrible! Este sonido explosivo, ¿es la ira? Riffs tiránicos y compases que estallan… Hmm. Ya me cansé de esta clase de instinto asesino… Tengo que detenerlo ya…”

Sacudiendo la cabeza de arriba abajo, balanceando su cuerpo de lado a lado, Renko se dirigió hacia Eiri.

De la punta de sus dedos colgantes, caían gotas de sangre de tanto en tanto, dejando manchas rojas en el piso.

“… ¿Huh? ¿Q-Qué estás haciendo…? No lo entiendo, no entiendo para nada a qué te refieres.”

A pesa de sentirse preocupada por la inusual atmósfera de Renko, Eiri no vaciló.

Sus ojos serios irradiaban una luz de cautela mientras exhibía su fortaleza.

Para proteger a Maina quien estaba totalmente aterrada en la puerta, Eiri miró a Renko.

“¿Qué pasa con ese instinto asesino? ¿Qué hay de esas melodías…? ¿Qué estás murmurando, qué…?”

De repente, Eiri se quedó sin palabras.

Entró en su campo de visión lo que estaba detrás de Renko–el cercado de metal torcido y aplastado.

Su mirada recorrió las manchas de sangre y los signos de destrucción. Después de compararlos con la mano derecha de Renko, la cara de Eiri se alarmó.

En su rostro impaciente, el miedo apareció por primera vez.

“Tu mano… No puede ser… Imposible. Eso es unc ercado de metal… Pensar que…”

Su voz temblaba conforme retrocedía.

Renko dejó de caminar ante Eiri y bajó su postura ligeramente.

“¿Piensas que es imposible? En ese caso…”

Impulsándose, Renko arremetió explosivamente, acercándose en un instante.

“¡Entonces pruébalo con tu cuerpo!”

¡–Golpe! Blandió su mano izquierda.

“¡¿…?!”

Un golpe capaz de cortarle la cabeza, sin embargo, sólo logró atravesar espacio vacío.

Gracias a su increíble y dinámica visión y reflejos, Eiri pudo agacharse suavemente.

“Oh cielos, oh cielos… Oh vaya. ¿Lo esquivaste? Oh vaya.”

Incapaz de frenar su excesivo impulso, Renko giró como la trayectoria de un cometa, inclinando la cabeza, perpleja.

Con un dedo sobre su labio inferior, los ojos de Renko deambularon ante el desconcierto.

“… No te muevas.”

Aproximándose desde atrás, uñas rojo brillante se apoyaron sobre su garganta.

La espada “Filo Escarlata”–armas escondidas, espadas Japonesas, ocultas por parte de Eiri como asesina profesional.

“… Te cortaré la garganta si te atreves a moverte. Sin importar lo poderosa que seas como monstruo, morirás inmediatamente por un corte agudo en tu cuello, ¿verdad…? Hmph. Muy descuidada, qué triste.”

PsyCome_V1_261 (converted)

Aprovechando la apertura cuando Renko perdió el equilibrio para rodearla por detrás, Eiri le susurró a Renko en el oído.

Los ojos azul hielo de Renko se abrieron grandes y luego sonrió de manera radiante. “… Fufu.”

“Sí, así es… Qué triste. –Por supuesto, tú eres la triste, ¿sabes?”

Sujetando el brazo derecho de Eiri que la amenazaba con las uñas, Renko tiró sin titubear.

“… ¿Qu?!”

La acción excesivamente audaz hizo que Eiri vacilara. Aprovechando esta apertura…

“¡¿Gaha?!”

El puñetazo megatón de Renko golpeó a Eiri en el pecho.

El delgado cuerpo de Eiri salió volando de manera exagerada, colapsando en el suelo.

“¡¿Eiri?!” “¡¿Eiri-chan?!”

Kyousuke y Maina gritaron al mismo tiempo.

“… ¡¿~~~~~~~~~~~~~~?!”

Probablemente debido al impacto, Eiri era incapaz de respirar. A pesar de su usual actitud fría, Eiri estaba mostrando una expresión convulsiva, lágrimas aparecían en las esquinas de sus ojos, lucía como si estuviera sufriendo un gran dolor.

Mirando a Eiri quien se sujetaba el pecho, a gatas, tratando de inspirar oxígeno, Renko hizo un puchero. Como castigando a un niño ignorante, dijo:

“¡En serio! No va a funcionar. No amenaces a los demás si claramente no tienes la determinación para matar. Tu hoja estaba un centímetro lejos de la posición de la arteria carótida, ¿sabes? Sé que no quieres lastimarme, pero tu ingenua consideración me enoja todavía más. Fufu… lo sabía, Eiri es muy buena. ¡Tan gentil y adorable! Te amo mucho, de manera diferente que Kyousuke, te amo. Así que–”

El rostro de Renko de repente rebozó de alegría.

Levantando lo que se extendía debajo de su falda plegada, cubierta por mallas…

“¡Hiciste que me dieran ganas de intensificar esta melodía de muerte! Ufufu… Vamos, ¿cantamos una canción?”

–La pateó.

La punta de su pie invadió el espacio entre el suelo y el abdomen de Eiri como un corredor de base.

“¡¿Uguu?!”

Eiri soltó un grito ahogado y se sacudió toda, cayendo sobre el piso de concreto. Eiri ahora yacía de espaldas, sacudiéndose como un pez en tierra seca mientras el zapato blanco de interiores continuaba pisándole el estómago.

“Sí, sí, nada mal… ¡Esto no está nada mal! Gritos maravillosos~, Eiri~…”

Renko descansó su mano sobre su rodilla, presionando con firmeza el cuerpo de Eiri al suelo mientras murmuraba, extasiada.

Mirando casualmente al rostro de Eiri que estaba lleno de dolor y terror, Renko siguió:

“Sin embargo, ¿este sonido no es demasiado claro…? ¡Disfrutemos de un grito más sucio y caótico! Esta vez, será un rugido~ Un sonido muy emotivo. Los creadores lo llamaron así… ¿Oh cielos? ¿Nunca lo habías escuchado? ¡Entonces te mostraré! –Vamos, grita.”

EL colmillo de Renko destellaba mientras se reía con crueldad.

Moviendo su pie hasta el pecho de Eiri, puso todo el peso de su cuerpo allí de una sola vez.

*Crujido, crujido, crujido*–sonó como si se fracturaran huesos.

“Hag. ¡¿Gahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?!”

Los gritos de Eiri eran ensordecedores.

Lágrimas estaba fluyendo de sus ojos, abiertos hasta sus límites. Escupía sangre mientras soltaba gritos de las esquinas de su boca. La compostura y resistencia usual de Eiri se desvanecieron por completo.

El verdadero rostro de Eiri, delicado y frágil, el que le había mostrado a Kyousuke en la enfermería, estaba siendo pisoteado sin control por una tormenta de dolor, miedo y humillación.

–Al verla así, la imagen de Kyousuke de Ayaka se superpuso.

“… Detén esta maldita estupidez.”

La imagen de Eiri se superpuso con la de Ayaka cuando era abusada por sus viles compañeros de clase en el pasado.

Luego de descubrir que la alegre y radiante Ayaka estaba llorando de noche, Kyousuke había decidido que se volvería más fuerte que nadie.

Con el fin de proteger la sonrisa de Ayaka, con el find e evitar que las personas preciadas para él experimenten tal tristeza otra vez, Kyousuke había decidido que se volvería más fuerte que nadie. Sin embargo…

“Qué diablos, maldición… ¿Por qué estás temblando, Kamiya Kyousuke?”

¿–Acaso ese puño tuyo, pulido y perfeccionado a través de incontables desafíos hasta ahora, existe solamente para ocasiones como esa?!

Kyousuke se maldijo a sí mismo. En un parpadeo, su cuerpo recuperó su libertad.

Sentía como si algo en su corazón se estuviera derritiendo, quebrándose y ardiendo.

Emociones intensas, incinerando totalmente su miedo, inquietud, confusión y titubeos, este precisamente el infierno ardiendo debido a su enojo y resentimiento hacia sí mismo y hacia Renko.

“… Ah, mierda. Parece que ya no puedo contenerlo más.”

Kyousuke susurró y se levantó.

Apretando el puño que había aplastado todo consigo, avanzó al frente sin miedo.

“¡¿Eeeeeeeeeeeeee?! ¡¡¡¿Eiri-chan, Eiri-chan está?!!! Awawawa.”

Mientras Maina correteaba de izquierda a derecha por el pánico, aún pisoteando a Eiri, Renko notó a Kyousuke acercándose e inclinó la cabeza, perpleja.

“¿Qué sucede, Kyousuke? Lo siento, en este momento estoy tocando una canción con Eiri… Seré tu oponente tanto tiempo como quieras luego, así que no te impacientes. El instrumento musical que espera que lo toque en el futuro cercano e inmediato está escuchando el death metal del grito de muerte de Eiri, estoy tan feliz. ¡En este momento, puedo sentir la música sonando más fuerte! Ufufu.”

“…… Renko.”

Kyousuke posó su mano en el hombro de ella y pronunció su nombre.

Los ojos azul claro mostraban sorpresa como si chispas intensas estuvieran a punto de hacer erupción.

“¿Y ahora qué, Kyousuke? Qué mirada tan seria en tu cara… ¡Oh! ¿Puede ser que te gusten los tríos–?”

“–Cállate.”

Apretando su puño derecho, Kyousuke le envió un puñetazo justo en su sonriente cara.

“¡¿Bu?!”

Sufriendo el despiadado golpe, el cuerpo de Renko salió volando de manera espectacular.

Enroscándose como una masa, el cuerpo giró en el aire, chocando contra el piso de concreto. Luego de una intensa tanda de vueltas por el suelo, se estrelló contra el otro lado del cercado con un violento choque, y dejó de moverse.

“Awawawawawawa… ¿Hmm?” La voz de Maina de repente se detuvo. El silenció descendió.

El cuerpo de Renko se apoyó contra el cercado de metal, le colgaba la cabeza, su rostro no se veía.

“… ¿Noqueada? Creo que… está noqueada.”

Relajando su apretado puño, Kyousuke exhaló. La sensación de dureza en su mano no era menor que la del hierro o el acero.

A pesar de ser una chica, era una verdadera monstruo. Si él no le hubiera tenido piedad, las consecuencias habrían sido impensables.

Al ver que Renko no se levantaba, el puño definitivamente cumplió con su trabajo como siempre. Kyousuke le dijo un simple “… lo siento” a Renko y luego se arrodilló junto a Eiri.

“Oye. ¿Estás bien, Eiri…? Tsk. Parece que te atormentó demasiado, estás casi en las últimas.”

“¿Huh? ¡¡N-No estoy en las últimas! D-De qué estás hablando tan de repente–¡¿Guh?!”

“¡Idiota, no te sobreesfuerces! Te fracturaste algunas costillas. ¿Puedes levantarte?”

“Ooh… ¡No digas algo tan raro…! ¡M-Muérete de una vez!”

Eiri apartó la vista y lo regañó.

Pero aun así, con honestidad apoyó su hombro contra Kyousuke. Lucía muy agotada.

“¡¿Eiri-chaaaaaaaaaaaaan?! ¡¿E-E-E-E-E-Estás bieeeeee?!”

Luego de un instante, Maina se acercó corriendo.

Al ver a Kyousuke ayudar a Eiri a levantarse, se cubrió la boca y dijo “awawawawa”.

Ante Maina en pánico, Eiri habló con su usual y fría voz.

“… No es nada. No me duele nada, ¿okey?”

“¡¿Eeeeeh?! ¡Pero, pero! Eiri-chan, todavía estás llorando–”

“¡¿Huh?! ¡N-No estoy llorando!”

“… ¿Hmm? Parece que aún la invadía un dolor persistente. Maina examinó cuidadosamente el rostro de Eiri que estaba frunciendo el ceño para ocultar su llanto. “Lo sabía, estás llorando… ¡No te sobreesfuerces!” Maina seguía preocupándose. Gracias a eso, el rostro de Eiri se puso rojo de oreja a oreja.

“… Umm, lo siento, Maina. ¿Puedes llevar a Eiri a la enfermería?”

“¿Eh…? No me molesta… ¿Pero qué hay de ti… Kyousuke-kun…?”

Maina recibió con cuidado a Eiri de parte de Kyousuke y la sostuvo desesperadamente mientras preguntaba.

“¿Yo? Yo–”

Kyousuke estaba a punto de responder cuando…

“…Pu… Pupu… Puja… ¡Ajajajajajaja!”

El sonido de una risa de escuchó.

“¡¿Eeee?!” Maina exclamó del miedo. “… Urgh.” Eiri gimió con timidez.

Apoyada contra el cercado, la cabeza colgando, los hombros de Renko estaban temblando.

“Oh cielos… Eso fue grandioso, Kyousuke. No puedo creer que golpearas el rostro de una chica con tanta fuerza… Ufufu. Qué terrible. ¡Super terrible! Qué demonios pasa con mi cerebro, para que suene un instinto asesino tan poderoso… Este compás explosivo, es la primera~ vez que lo escucho~ Qué impactante, estoy anonadada. ¡Pero tan feliz…! ¿Oh vaya? ¿Por qué esto me hace tanf eliz? ¡Absurdo! ¡¿Entonces soy una M, una super masoquista?! ¡¿Ajajajajajajajajajajajajaja?!”

Recuperada por completo, Renko rugió con una risa hasta el cielo.

Su pálido, blanco y bello rostro, como una pesadilla, estaba mostrando increíblemente ni un solo rasguño o herida.

Luego de sufrir el despiadado ataque, y de salir volando, resultó ilesa.

“Oye, oye, oye… Qué diablos. ¿Tu maldito cuerpo está hecho de una superaleación?”

“¡K-K-K-K-Kyousuke-kyun! D-Date prisa y escapa… ¡Date prisa y escapa!”

Maina tiró de dobladillo de la camiseta de Kyousuke con una mano mientras sus dientes castañeaban del miedo.

“Kyousuke…” la voz de Eiri temblaba, su rostro estaba lívido.

Ante estas dos chicas, Kyousuke–

“… Maina, te encargo a Eiri. Yo seré el oponente de esta chica.”

Kyousuke se quitó la mano de Maina de encima, le acarició el cabello a Eiri y luego enfrentó a Renko.

“¡¿Huh?!” La voz de Eiri reaccionó violentamente al ver que Kyousuke estaba escudando y protegiendo a ambas.

“No seas estúpido… ¡¿Quieres morir?! ¡¿Cómo vas a pelear con ella solo?!”

“¡A-Así es! Aunque seas tú, Kyousuke-kun, contra la Renko-chan de ahora…”

“:.. No se preocupen. Aun si no puedo derrotarla, no me matará tan fácilmente. Tengo mucha confianza en mi resistencia. Por eso, te encargaré a Eiri, Maina… ¡Por favor! Dénse prisa y busquen ayuda, tan rápido como sea posible. Ganaré algo de tiempo… y sobreviviré mientras tanto.”

Diciendo eso, se rió sin miedo alguno. “Kyousuke-kun…” Maina sollozó mientras pronunciaba el nombre de Kyousuke.

–Claramente, si nadie mantenía ocupada a Renko, todos iban a morir.

Antes de que lleguen los refuerzos, debía cumplir con eso firmemente, ya sea por cinco minutos, diez minutos o incluso más.

El único capaz de realizar esta tarea no era otro más que Kyousuke.

“Oye, oye, Kyousuke~ No hables con ellas dos solamente, charla también conmigo. Charlemos juntos, juguemos juntos, retozamos juntos… toquemos todo tipo de sonidos, ¿sí? ¡Te dejaré escuchar muchos sonidos para que toquemos una sinfonía para ambos! ¡Una dulce, preciosa e intensa, rapsodia del grito de muerte! Vamos… Fufufu.”

Renko brincó sin usar las manos, sus ojos azul claro destellaron.

Resistiendo esa mirada llena de alegría malvada, Kyousuke respondió:

“Bueno… No queda otra alternativa, jugaré contigo, Renko.”

Conforme la tensión seguía subiendo, Maina mejoró su postura para servirle de apoyo a Eiri y caminó hacia la puerta.

Aparentemente entendió las buenas intenciones de Kyousuke. Mientras le agradecía a Maina en su corazón, Kyousuke sintió gratitud hacia ella.

“Kyousuke.”

Antes de irse, Eiri le habló a Kyousuke.

Al verlo mirar hacia delante sin voltear en absoluto, dijo con una voz de plegaria:

“… Si mueres, voy a matarte, ¿entendiste?”

Escuchando una punzante demostración de afecto al estilo Eiri, el rostro de Kyousuke relajó su expresión.

“… Idiota. ¿Cómo puedes matar a una persona muerta? Además, ni siquiera puedes matar a una viva.”

Kyousuke sonrió con ironía al responder. Las dos chicas ya habían desaparecido de la azotea.

“Okey… Perdón por hacerte esperar, Renko.”

Kyousuke alejó aquella expresión y cambió su estado mental.

Los circuitos del miedo en su cerebro ya se habían quemado por completo hace mucho tiempo.

Usando todo tipo de sentimientos requeridos para sobrevivir, los pulverizó hasta el límite.

“… Hmm. Por fin tenemos privacidad de nuevo. Jeez, Kyousuke, eres muy popular~¡estoy muy celosa! –Aja. Finalmente entiendo los sentimientos de las niñitas que se oponen a mí. Ya veo… Esta es la melodía de los celos, huh. Oh cielos… Qué maravillosa~¡Super genial! Has despertado un instinto asesino complejo dentro de mí, convirtiéndolo en melodías cambiantes… Maravilloso, nunca me cansaré de escucharlas. ¡Quiero escuchar más y más, tocar más y más música! Tocar, tocar, tocar, tocar… ¡Quiero saborear la mejor conclusión! Por eso, Kyousuke…”

Bajo el cielo ardiente, Renko empezó a bailar, haciendo que su cabello plateado revolotee.

Manejada por el instinto asesino que sólo ella podía escuchar, agachó mucho su postura.

–Un instante después.

“¡Matémonos, ¿sí?!”

Rugiendo de las profundidades más recónditas de su ser, Renko despegó.

Con un instinto asesino rebosante en sus ojos azul claro, ella arremetió en línea recta.

En las profundidades de la mente giratoria de Kyousuke–Él parecía escuchar música desconocida viniendo de algún parte.

× × ×

“¡Te amo, te amo, te amo hasta la muerte, Kyousuke! ¡Kyaja!”

La clara y resonante voz estuvo acompañada de un fuerte ruido. Había blandido su brazo izquierdo con toda su fuerza.

Agachándose y evadiendo este ataque por el más pequeño margen, Kyousuke instantáneamente contraatacó con un gancho zurdo dirigido al mentón de Renko. Sin embargo, Renko inclinó su torso hacia atrás y lo esquivó.

“¡Heh, ¿entonces es así?! Gracias… ¡¿Hmm?!”

Un instante después. El puño derecho fue directo hacia la nariz de Renko.

Entonces Renko arqueó su torso hacia atrás, casi paralelamente con el piso.

“¡¿Qué…?!”

El movimiento inesperado hizo que el puño de Kyousuke atravesara espacio vacío, rozando hebras plateadas de cabello. –Instantáneamente.

“Te tengo~” Renko atrapó suavemente el brazo extendido de Kyousuke

Usando el brazo de Kyousuke como un poste, Renko giró en el aire despegando de un salto y usando la fuerza de reacción para impulsarse, aterrizando luego sobre los hombros de Kyousuke. Sus ágiles muslos abrazaron el cuello de Kyousuke por ambos lados.

“¡¿Oye?! Q-Qué movimiento es este–”

“¡–Crack, aquí va tu cuello! Okey, estás muerto. Ya moriste una vez, Kyousuke. Ufufu.”

Sosteniendo la cabeza de Kyousuke en sus brazos, Renko giró la cintura en la dirección opuesta.

De hecho, sólo fingió hacerlo. Si hiciera eso de verdad, le habría fracturado los huesos del cuello. Mientras Kyousuke temblaba, Renko le susurró suavemente:

“Suicidarse es muy simple… Pero eso es demasiado aburrido. Y como te amo, quiero experimentar aún más… ¡Más maneras de hacerte sentir mi amor! Ejeje.”

Diciendo eso, Renko le abrazó la cabeza a Kyousuke.

Envuelto en sus brazos, ella usó su rostro y rodillas para aplicar presión desde arriba y abajo, estrujando con fuerza.

Kyousuke podía sentir su voluptuoso busto en la parte de atrás de su cabeza. La suavidad y dulzura de Renko estaba envolviendo el cráneo de Kyousuke pero apretándolo de una manera molesta. Varias partes del cuerpo de Renko aplicaban lentamente más fuerza, presurizando su cabeza de forma gradual.

“Qué amor, tú… ¡Guaahhhhhhhhhhhhhh!”

El placer inicial salió volando literalmente por parte del dolor de su cabeza, la cual le estaban aplastando.

Usando sus pechos-sandías, Renko estaba aplastando su cabeza como una sandía, esa imagen destellaba en la mente de Kyousuke.

“… Oh cielos, eso estuvo cerca. Demasiado amor, casi te fracturo.”

Instantáneamente, para el momento en que se dio cuenta, Renko había aflojado la presión que estaba aplicando.

El tenso cuerpo de Kyousuke se relajó en un instante, se aflojó.

Bajando de sus hombros hacia su espalda, Renko abrazó el cuerpo de Kyousuke por debajo de su abdomen.

“Pero los sonidos fueron especialmente encantadores a los oídos… ¿Me dejarías escuchar más?”

La seductora voz de Renko sonó en el oído de Kyousuke.

Dedos cálidos y delicados estaban invadiendo el dobladillo de su camisa, moviéndose sobre cada pulgada de su piel como lamiéndola.

Una técnica y poder espectaculares que estaban haciendo que su piel temblara del miedo.

“Oye, ¿qué parte quieres que empiece a quebrarte? ¿El abdomen? ¿El pecho? O quizás… ¿Tu entrepierna? Órgano digestivos, respiratorio, circulatorio, reproductor… Fufu. Donde desees, puedo tocar música para que escuches, ¿sabes? Para mí, eres especial~ ¡te dejaré morir como tú desees!”

“…… ¿Por qué?”

“¿Hmm?”

“¡¿Por qué yo, Renko?!”

Kyousuke gritó, usando toda su fuerza para quitarse de encima a Renko.

“¡¿Uwah?!” Renko salió volando como a propósito, cayendo al piso.

Mirando desde arriba a Renko quien estaba gritando “Owwwww… ¡Jeez, no me lastimes tanto!”, Kyousuke se sujetó su adolorida cabeza y rugió con enojo.

“¡Renko, tú debes saberlo, ¿cierto?! No soy el ‘Asesino en Masa de Doce’. ¡Sólo soy una persona común sin ninguna característica particular excepto ser más fuerte que la persona promedio! No hay lógica, principio ni motivo alguno por el cual una persona como tú debería amarme. Entonces, por qué–”

“… Sólo Dios lo sabe. ¿Por qué? Ufufu.”

Aún yaciendo con la espalda en el piso, Renko cerró los ojos como si se fuera a dormir.

A pesar de adoptar esa postura con la guardia bajar, llena de aperturas, Kyousuke no realizó ningún movimiento al final.

Mientras recuperaba el aliento, Kyousuke miraba el rostro silencioso y durmiente de Renko. Tan bello que era imposible asociarlo con la belleza de una mortal, una sonrisa pacífica apareció en ese rostro que uno no podría asociar con el de una máquina para matar.

“Soy ‘Creada Para Matar’… Para mí que fui creada para asesinar, asesinar es la razón de mi existencia. Desde el momento que nací, el instinto asesino ya estaba sonando. Siguiendo ese instinto asesino innato, maté, maté, maté, ansiando masacrar, deseando masacrar… Masacrar total y completamente. Ya fueran hombres, mujeres, jóvenes o viejos, negros o blancos o amarillos… Nada de eso me importaba. Como las tijeras que no elijen que clase de papel cortar. La única elección era el método. La manera de usarme, esta herramienta, el instinto asesino. Seguiré las órdenes del instinto asesino, que pide matar gente. El instinto asesino borra todas mis emociones, filtrándose dentro… la música maneja todas mis acciones para llevarlas a la tarea de asesinar, no puedo detenerme… No puedo.”

Los ojos de Renko de repente se abrieron y se levantó de un salto.

“¡¿…?!”

Esto ocurrió sin advertencia.

Mientras Kyousuke permanecía en el mismo lugar, incapaz de reaccionar, Renko atacó con su brazo izquierdo.

Apenas logró defenderse del ataque dirigido hacia el costado de su cabeza, con su brazo derecho.

Sus huesos gritaron intensamente mientras salía volando con violencia.

“¡¿Guh?!”

Mientras Kyousuke estaba tambaleando como consecuencia del impacto, Renko blandió su pierna izquierda de inmediato. Esto lo hizo usando la fuerza de su brazo para realizar una patada giratoria. Usando zapatos de interiores, fue una técnica aterrante usada para capturar su costado.

“¡¿Gah?!”

Kyousuke gritó lastimosamente mientras salió volando de manera espectacular. Sin poder usar técnicas de caída, aterrizó directamente en el piso de concreto.

Su vista de movía al azar entre el suelo azul grisáceo y el cielo ardiente.

“Tsk… Ouch… Maldición. ¡Atacaste sin advertencia!”

Protegiéndose el costado que recibió la patada, Kyousuke soportó el intenso dolor, apretando los dientes para sentarse.

A cinco metro de él, Renko balanceaba su cuerpo conforme se acerca lentamente.

“Oh, perdón, perdón. Así como el compás ondulante de la música, el instinto asesino sube y baja en orden~ Si llega al clímax, no seré capaz de controlarlo~ Teejee~”

Renko sacó la lengua, y formando un puño leopardo, le dio un golpe al costado de la cabeza.

Al ver que ella no mostraba culpa en absoluto, Kyousuke no puedo evitar reflexionar sobre lo que escuchó antes…

–Kyousuke finalmente entendió.

‘Querer tomarse de las manos por amor.’

‘Querer abrazar por amor.’

‘Querer besar por amor.’

Estos sentimientos suyos se habían convertido en ‘querer matar por amor’, llevándola a tomar acción.

Luego de sacarse la máscara, todas las emociones de Renko se vinculaban con el acto de matar.

Aunque esta causalidad era retorcida, en este momento, aparte de masacrar, Renko no tenía otra opción ni nada entre qué elegir.

–Porque ella fue creada de esa manera. Esta era la diferencia fundamental entre ella y Kyousuke y los demás.

“Fufu. Jeez… ¿Por qué te conocí cuando tenía puesta la máscara? Habiendo perdido al amo llamado ‘instinto asesino’, no puedo matar gente, ni tampoco quiero matar gente, como un par de tijeras que nadie quiere usar, y que no pueden cortar nada. Pero aun así, sigo siendo una ‘persona’. Aun si soy incapaz de producir instinto asesino, puedo generar sentimientos. Puedo sentir afecto por ti… En el instante en que me interesó en el objetivo, las emociones se conectarán con el instinto asesino. Emociones raramente desarrolladas hasta este grado. Y además, lo más importante es…”

Los ojos azul claro de Renko se entrecerraron mientras veía a Kyousuke.

Las pupilas se dilataron. En las profundidades de la luz cegadora de la locura, una débil y suave luz estaba titilando.

“… Para mí, eres especial. Aunque pienses que eres muy común, para mí sigues siendo especial. Desde que nací en este mundo, siempre he vivido en la oscuridad. Para una existencia como yo… Oye. Al menos, tú eres la primera persona en mi vida que fue capaz de dejarme hacer contacto con alguien que viene de un lugar alegre. Además, eres la primera persona junto a mí que no tiene experiencia en matar… Estoy particularmente interesa porque tú y yo estamos muy distantes uno del otro. Por eso tengo ansias de saber cómo eres.”

“…”

El cerebro de Kyousuke reprodujo lo que había escuchado en la enfermería.

Eiri había dicho: “Tú y yo vivimos en mundos completamente distintos.”

Todo el alumnado consistía de asesinos pero mezclado en esta escuela que dirigía hacia el lado oscuro de la sociedad estaba el único objeto extraño–Kyousuke. Eiri y Maina eran anormales pero no extrañas.

Precisamente por eso, Renko sentía curiosidad extrema hacia Kyousuke.

A diferencia de los demás estudiantes atraídos por la fachada del Asesino en Masa de Doce.

Sólo Renko se sentía atraída por el verdadero rostro de Kyousuke y se acercó.

Entonces se acercó lentamente…

“Después de hablar contigo, me sorprendí mucho. Eres demasiado descuidado. Instinto asesino, hostilidad, malicia, lo que sea, ninguna de esas cosas se sentían de tu parte. Completamente distinto a las demás personas con quien tuve contacto todo este tiempo… Esta diferencia me hizo sentir muy cómoda. Hizo que muchas emociones, que nunca antes había sentido, emanen sin parar… El instante en que me conecté con emociones aparte del instinto asesino, se sintió muy cálido. Me sentí muy, muy feliz.”

Renko sonrió, meciéndose hacia Kyousuke, hacia su lado.

Como confirmándolo, acariciándole suavemente el rostro a Kyousuke, lo miró a los ojos.

Los movimientos de su mano eran amables y delicados. Los pensamientos de Renko se transmitían a través de sus ojos azul claro.

Lo cual hizo sentir más afligido a Kyousuke. ¿Qué debería hacer? No lo sé.

¿Cómo se supone que me siento respecto a Renko? No lo sé.

Recordando el tiempo que pasó junto a Renko en estos días, Kyousuke habló:

“Yo también estoy muy feliz, Renko… Ha sido muy divertido estar contigo. Hablando de descuidos, tú eres más descuidada todavía… Porque para mí, este es un ambiente lleno de psicóticos, por lo que conocer tu lado puro e inocente me trajo la salvación. Sin embargo–”

“Sí. Pero ese no es mi verdadero rostro. Eso también lo sé, lo sé. Después de sentirme atraída por ti, empecé a pensar en muchas, muchas cosas. ‘Quiero tocarte.’ ‘Quiero que me toques.’ ‘Quiero conocerte.’ ‘Quiero que me conozcas.’ No la yo con la máscara sino la verdadera yo… Algo así. Fufu. Pero esto es demasiado trágico, demasiado triste, Kyousuke… Luego de tirar mis máscara, el instante en que expuse mi yo original–¿Qué tal estuvo?”

Los ojos empezaron a correr. Los dedos de Renko se movieron rápidamente y se cerraron con fuerza alrededor de la garganta de Kyousuke.

Estrangulándolo con ambas manos, levantó a Kyousuke.

“Ah… Guh… ¡¿Ren… ko…?!”

Se ahogaba, no podía respirar. El pulgar estaba presionando la tráquea, el dedo índice sobre la carótida, el dedo mayor sobre la yugular, el anular y los meñiques aseguraban–Un casi correcto y preciso estrangulamiento.

Sus ojos azul claro estaban emanando una luz radiante, reuniendo todo el poder del instinto asesino que estaba devorando todo su cuerpo.

“Quiero tocarte. Quiero que me toques. Quiero conocerte. Quiero que me conozcas. ¡Estas emociones han desaparecido sin dejar rastro! Sólo quiero matarte. Kyousuke, quiero matarte. Eres la persona que más amo, por eso eres el que más quiero matar… Fufufu. Esta es la conclusión que tanto deseaba. Porque la verdadera yo es la que está aquí y ahora. Lo siento, Kyousuke. Lo siento mucho. A pesar de que querías hacer esto y aquello conmigo… En este momento, todo lo que quiero es matar. Te contesté honestamente así que ya es hora de que te mueras, ¿cierto? Fu, ufufu…”

El cuerpo de Renko se sacudía, sus dedos aplicaban más fuerza.

–A este ritmo, voy a morir.

A pesar de luchar desesperadamente para quitarse su mano de encima, Kyousuke no podía alejar los brazos de Renko. El oxígeno en sus pulmones se estaba quedando sin reservas, el flujo bloqueado de sangre estaba tiñendo de rojo su mente.

“Gah… Ack… Qué mal…”

Su vista empezaba a ponerse blanca.

El rostro de Renko, mostrando una sonrisa extasiada parecía perderse dentro de las nubes.

A punto de morir, lo que reemplazó su vista fue su preciada hermana–el rostro de Ayaka.

Ya sea que estuviera riendo o llorando, no podía divisar su expresión, no podía distinguirla.

Aun así, tengo un mensaje que debo transmitir.

Antes de que esta consciencia se corte.

Antes de que esta vida termine.

En el pasado, juré protegerla.

Juré que nunca volvería a entristecerla.

Juré que la haría sonreír.

Para ella, la persona más importante en el mundo…

Aunque no pueda cumplir con esto, tengo que comunicarle estos pensamientos–

“Perdón… Perdón…… Ayaka.”

Susurró.

Entonces al siguiente instante…

“………… ¿Eh?”

Una vaga voz se escuchó.

De repente, las sensaciones del mundo regresaron.

“¡¿……?!”

La neblina que cubría su vista se disipó de una sola vez.

Liberado de las manos de Renko, su cuerpo se deslizó y cayó sobre el piso de concreto.

Libre para respirar una vez más, alzó la vista, perplejo.

“*Cough… Cough… Cough…* Tú…”

En ese momento, la voz perdida de Renko se oyó.

“…… ¿Huh? ¿Eh? ¿Huh…?”

Mientras recuperaba el aliento, alzó la vista para ver esos ojos azul claro abierto de par en par, Renko estaba inmóvil, congelada.

Se estaba sujetando la cabeza como por miedo, encogiéndose, alejándose.

De sus labios ligeramente torcidos, salieron palabras increíbles:

“La música… El instinto asesino se detuvo.”

× × ×

“………… ¿Huh?”

Tras este abrupto desarrollo le tomaba tiempo al cerebro asimilarlo.

Llevando a Renko a matar, el instinto asesino absoluto–la música que se suponía debía estar sonando todo el tiempo en su mente, de manera increíble… ¿de repente se detuvo?

“¡¿Por qué?! ¡¿Qué pasó?! ¡Qué raro! A la mitad el instinto asesino se detuvo de repente, que pase esto es… ¡Imposible! Qué hiciste… ¡¿Qué rayos hiciste, Kyousuke?!”

Incluso ella era incapaz entender la situación, Renko estaba en pánico, chillando y gritando.

Se lanzó contra el pecho del impactado Kyousuke, aferrándose.

Sus ojos azules que temblaban ligeramente, eran tan claros como la superficie del agua.

La luz radiante del instinto asesino había desaparecido por completo.

Por supuesto, Kyousuke no había hecho nada. Tampoco podía ver ningún cambio especial en el ambiente.

¿–Entonces por qué? Renko enterró su rostro en el pecho del silencioso Kyousuke, y gritó:

“Antes de que estuvieras a punto de morir, pronunciaste el nombre de cierta persona, en ese instante… ¡Fue en ese instante cuando dijiste el nombre de esa persona desconocida! ¡Hiciste que mi instinto asesino se detuviera! Me duele el corazón como si lo estuvieran pinchando con agujas, mi cerebro se quedó en blanco, perdido, entonces… ¡Ahhhhhhhhhh, suficiente!”

Alzando la vista enérgicamente, Renko miró a Kyousuke de cerca.

Sus ojos estaban enfadados, sus labios estaban temblando. Su rostro sonrojado parecía crisparse.

“Oye, Kyousuke… ¡¿Quién es?! ¡Dijiste ‘Ayaka’! ¿Una chica, cierto? ¿Esa chica es tan importante? ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no dijiste mi nombre aun cuando estabas a punto de morir?! ¡¿Por qué no estaba yo en tu mente?! Claramente me preocupo mucho por ti, por qué… ¡¿Por qué se detuvo el instinto asesino…?!”

Renko agachó la cabeza, sus hombros temblaban. Sollozos salían de su boca.

Renko, cuyas emociones, cada una de ellas, se supone que debían conectarse con un comportamiento asesino, lloraba.

Al ver esta escena, escuchar esas palabras, Kyousuke se quedó muy confundido.

“Renko, tú… puede ser que… ¿estés celosa de Ayaka?”

“… ¿Celosa?” Ante la pregunta de Kyousuke, planteada con una voz afligida, Renko alzó la vista de nuevo.

Un torrente de lágrimas caía, bañándole sus brazos tatuados. Los ojos azul claro se entrecerraron.

“Oh, cierto… me siento celosa. ¡Muy celosa de esa chica ‘Ayaka’! ¡¿Cómo podría no estar celosa?! Tú, a quien más amor en todo el mundo, pensar que existe otra chica en tus ojos, no yo–Si fuera posible me gustaría matarla ahora mismo con mil cortes… ¡Triturando su cadáver por completo! Ah… Está empezando… ¡Instinto asesino intenso, loco! ¡Música! Muy fuerte–matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar.”

Instantáneamente, los ojos de Renko se llenaron con una luz de locura otra vez.

“¡¿……?!”

Kyousuke reflexivamente se tensó pero entonces se dio cuenta.

En este momento, Renko no estaba mirando a Kyousuke. Más bien, estaba mirando el nombre que Kyousuke pronunció cuando estuvo a punto de morir–Ayaka. Renko estaba sintiendo celos intensos hacia la Ayaka que ni siquiera conocía.

Como antes, los celos que había sentido hacia Eiri y Maina–Sin embargo.

“… *Sollozo, sollozo* Pero esa chica no está aquí, no puedo matarla aunque quiera… ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhh, qué exasperante!!! Aunque querer matar sin poder matar es perfectamente natural, esta furia es insoportable… Kyousuke, te odiaré a ti también. Porque no me amas, te odio, odio, odio, odio, odio, odio, odio, odio…”

La feroz voz de Renko rápidamente fue bajando mientras la luz de sus ojos se apagaba más y más.

Pronto, la voz que vino de la boca de Renko fue apenas audible.

“… Duele mucho. No estás pensando en mí sino en otra chica… Qué triste, insoportablemente triste. Mi corazón, se siente como si se fuera a partir… Mi pecho duele como si estuviera hecho pedazos, tantos sentimientos, instinto asesino conectado al homicidio, las melodías que se mezclaron y están echas un lío, entonces–el instinto asesino de repente se detuvo.”

Diciendo eso, Renko se llevó la mano al pecho. Frunciendo el ceño, se mordió el labio con fuerza, sus ojos azul claro temblaban–expresando su sufrimiento y tristeza.

“………”

Al ver así a Renko, Kyousuke gradualmente reunió y calmó sus caóticos pensamientos.

Aparentemente, Renko estaba sintiendo una ira, tristeza, y dolor insoportables debido a que los sentimientos de Kyousuke pasaron hacia otra chica–aunque Ayaka en realidad era su hermana menor más que una compañera romántica.

¿–Por qué no estás pensando en mí?

Cuando está claro que pienso mucho en ti, por qué…

¿–A cambio él no debería pensar en ella?

“¡¿…?! No puede ser–”

Kyousuke soltó un suspiro de alivio al darse cuenta de pronto.

Esta ira y tristeza que invadían el corazón en realidad era una emoción similar pero diferente de los celos.

Kyousuke había experimentado este sentimiento de amargura antes–

“Renko.”

Pronunció su nombre. Renko contestó “… ¿Hmm?” y alzó la vista.

Poniendo sus manos en los hombros de ella, mirándola a sus ojos temblorosos, Kyousuke dijo:

“Ayaka es la chica más importante para mí. Esperándome en el mundo exterior, la chica más importante. Así que lo siento, Renko. No puedo responder a tus sentimientos. No eres mi número uno. Estoy muy feliz por tus sentimientos pero… Lo siento.”

“——”

Escuchando a Kyousuke, el rostro de Renko se quedó en un silencio aturdido. Luego de repetir “la chica más importante… ¿lo siento?” una y otra vez, de repente, su expresión se crispó de una sola vez.

“*Sollozo…* Ah… ¡Wahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”

–Empezó a llorar y gritar. Apoyándose contra el pecho de Kyousuke, lloró de todo corazón.

Lágrimas cálidas fluían suavemente, mojando la camiseta de Kyousuke.

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“Oooooooooh… Me rechazó… Kyousuke me rechazó… *Sniff… Sollozo*”

Kyousuke le acarició la cabeza a Renko, y continuó:

“Lo que sientes hacia mí son buenas intenciones, ¿cierto? ¿Te enamoraste por primera vez en tu vida? Pero Renko… El amor nunca sucede sin desafíos ni adversidades–Precisamente por eso, hay amargura. ¿Qué piensas? Los sentimientos al gustarte alguien… no pueden satisfacerse sólo con tus propios esfuerzos. No es igual de simple que el enojo o la tristeza. Declarar tus sentimientos de manera unilateral, matar a la otra persona de manera unilateral, eso trae satisfacción. Sólo cuando la otra persona siente lo mismo… Sólo cuando dos corazones se aman es que se logra la plenitud.”

Lo que detuvo el instinto asesino de Renko no fueron los celos sino la amargura del amor no correspondido.

El instante en que Kyousuke pronunció el nombre de Ayaka–entendiendo que la persona que ella amaba no le correspondía, el flujo de ruido intenso había devorado a Renko.

Celos, displacer, furia, dolor, tristeza… y amor. Estas emociones competían entre sí mientras luchaban por salir a flote, interfiriendo, mezclándose unas con las otras–por eso el instinto asesino de Renko se detuvo. Porque estaba tratando de protegerse de la disonancia, censurando el ruido insoportable…

“… ¿Hmm?”

Renko lentamente alejó su rostro de la camiseta de Kyousuke.

Sus labios formaron un arco, sus colmillos destellaron con una luz oscura.

“Eh, ya veo. Amor no correspondido… Hmm. Es verdad que no se siente muy bien. Es super molesto. Pero Kyousuke… Hay cierto dicho, ¿no? La tradición en el amor trae odio. Ya que no eres capaz de corresponder mi amor, entregaré mi cuerpo al displacer que estoy sintiendo ahora–¡se lo entregaré al odio!”

Los ojos azul claro de Renko se abrieron grandes y blandió el brazo.

Sin embargo, instantáneamente lo bajó otra vez y abrazó a Kyousuke con fuerza.

“¡¿Cómo podría hacer eso?! Mi amor por ti es mucho, mucho~ más fuerte que el odio.Ahwuwu… en serio quiero matarte… ¡de verdad quiero matarte! Pero tú no me amas… *Sollozo, sollozo* Qué hago… ¡¿Qué debería hacer?! Awuwu~”

Sudando frío por el miedo que Renko le provocó, Kyousuke se limpió el sudor de la frente y sonrió con ironía.

“Jeez. Tú… Verás, eres bastante capaz de decir cosas que hacen feliz a los demás… Gracias, Renko.”

–Pensándolo de nuevo, Kyousuke decidió que en realidad era una buena chica.

Aunque el instinto asesino excesivamente intenso era muy engañoso, esa era su verdadera naturaleza–pero no su personalidad. Habiendo perdido todo el instinto asesino, la verdadera yo de Renko era la misma que cuando usaba la máscara de gas, una chica pura y dulce.

De otra manera, Kyousuke hubiera muerto de inmediato.

Precisamente como Renko fue capaz de enfrentar sus emociones seria y sinceramente, su instinto asesino se quedó detenido.

Por lo cual, Kyousuke sobrevivió…

“’Creada Para Matar’… ¿Qué ratos estás haciendo?”

–Justo en ese momento…

Bajo el intenso y ardiente ocaso, una voz chillona de lolita se escuchó.

El frotamiento de Renko de su cara contra el pecho de Kyousuke de pronto se detuvo.

Desde la dirección de la puerta, una figura pequeña lentamente se acercó.

*Clong, clong* Ambas manos cargaban armas–

“… Kurumiya… -sensei.”

“Hmph. Nunca pensé que seguirías vivo, Kamiya. Pensar que sobreviviste con las cuatro extremidades intactas a pesar de que fuiste el juguete de Creada Para Matar, cuyo limitador se liberó… ¿Y entonces? ¿Qué rayos estás haciendo, Renko? ¿No lo mataste, qué estás haciendo aquí, meces las tetas de un lado al otro? ¡¿HUH?!”

Kurumiya balanceó la tubería de acero en su mano derecha, gritándole enfada a Renko.

Renko alzó la vista desde el pecho de Kyousuke y miró a Kurumiya quien se aproximaba.

Como un niño que había recibido el reto de un adulto, hizo un puchero.

“Pero no puedo evitarlo~ ¡Kyousuke no me ama! Si Kyousuke me hubiera dicho ‘te amo’, lo hubiera matado, encantada~”

Al escuchar a Renko, los ojos como canicas de Kurumiya la miraron.

Luego dijo “… ¿Hoh?” y entrecerró los ojos, apuntando a Kyousuke con la tubería de acero.

“Muy bien, ahora dile firmemente a Renko ‘te amo’ o sino yo te–”

“¡MOMENTOOOOOOO! ¡Sólo yo puedo matar a Kyousuke!! ¡No dejaré en absoluto que lo maten! Si lo obliga a decirme ‘te amo’ de esta manera, no me sentiré satisfecha… ¡El instinto asesino no sonará!”

Frenéticamente, Renko extendió sus brazos para proteger a Kyousuke.

“…… ¿Huh?”

Kurumiya frunció el ceño.

Sus sorprendidos ojos se movían alternando entre Renko y Kyousuke, entonces bajó la tubería de acero.

“¿Tu instinto asesino no puede sonar? ¿A qué te refieres? ¿Quieres decir que estás averiada… Creada Para Matar?”

“Fufu, quizás. Sin embargo, Kurumiya-san…”

El cuerpo de Renko empezó a balancearse lentamente.

Mientras asentía con la cabeza al compás de un ritmo, bajó su centro de gravedad.

“Excepto por Kyousuke, puedo sentir instinto asesino por el resto como siempre… ¡¿VEEEEEEEERDAD?!”

–Un aullido. Renko se movió de manera explosiva.

Impulsándose, saltó hacia Kurumiya con una velocidad aterrante.

Recorrer los dos metros que las separaban tomó menos de una décima de segundo. Con una velocidad imposible de capturar a simple vista, atacó con su mano izquierda con la velocidad de un rayo, fácilmente aplastándole la cabeza a Kurumiya–Justo un instante antes…

“¡¿Eja?!”

La tubería de acero se movió con la velocidad de un rayo, enviando a Renko a volar de un golpe.

Fue interceptada. Con la cabeza chocando fuerte contra el cercado, Renko dejó de moverse así nada más.

Esta vez en verdad parecía haberse desmayado. Durante el proceso, sólo logró alzar el cuello ligeramente para mirar. Sangre emanaba espectacularmente del costado de su cabeza donde recibió el golpe.

“… Hmph. Ya veo. Parece que no hay fallas y los movimientos del cuerpo son tan rápidos como siempre. Más bien, debería decir que la condición es excelente. ¿Me obliga a mostrar mis verdaderas habilidades por un instante…? En verdad eres un maldito monstruo, Creada Para Matar. Aunque sea sólo por un milisegundo, me hiciste perder la compostura… Kukuku.”

… Sin importar cómo lo pienses, Kurumiya definitivamente está más cerca de ser un monstruo.

Ya sea por usar una velocidad de reacción demoníaca para contraatacar el ataque sorpresa de Renko, por el feroz golpe que dejó a Renko fuera de juego de un solo golpe, o por esta actitud como si no hubiera sudado ni una gota…

“Qué clase de demonio es… ¿Todos los profesores aquí son monstruos como usted?”

Mientras Kyousuke permanecía allí temblando, Kurumiya descansó su arma mortal sobre su hombro.

Cruzando las dos tuberías de acero detrás de su cabeza, Kurumiya sonrió.

“Soy una asesina profesional, Kamiya. Lo mismo va para todos los demás profesores. No de tercera como Uña Oxidada sino asesinos de primera clase. ¿No es perfectamente lógico que los profesores sean asesinos en una escuela que entrena asesinos? Y entre ellos, me llaman Fuelle María… Bastante famosa por cierto. Sin importar cuánto potencial tengan estos estudiantes, no son nada más que mocosos destetados, fácilmente puedo liquidarlos en dos segundos.”

“… En serio.”

Aunque Kyousuke se abstuvo de dejar volar su imaginación, pensarlo sería malo, aun así, él era demasiado ingenuo.

Kurumiya no hace falta decirlo, pero tampoco te opongas a ninguno de los profesores en esta escuela, Kyousuke hizo una reverencia en su corazón.

Pensar que otras personas como esta perra loca andaban caminando por aquí, ese pensamiento solo ya era lo suficientemente aterrador…

“Dejando eso de lado, Kamiya… ¿Qué magia usaste? No sólo lograste que Creada Para Matar sea incapaz de matar al objetivo, sino que también la engañaste para evitar que alguien más mate al objetivo… Es la primera vez que surge este error. Qué sorprendente.”

Kurumiya borró su sonrisa y miró con desdén a Kyousuke.

Un oscuro vórtice de orígenes desconocidos estaba arremolinándose en sus adorables ojos.

Sorpresa y enfado–seguidos de una emoción negativa como los celos.

“Esa chica mostró su verdadera cara. Aunque amable como soy, sólo le permití quitarse su limitador porque quería que tú la vieras… El resultado fue totalmente más allá de mis expectativas. Lograr simplemente que Creada Para Matar se detenga, puedo hacerlo. Pero lograr que su instinto asesino se detenga es imposible. Y al lograr tal cosa, has ignorado principios absolutos antiguos de las citas… ¿Por qué? ¿Qué magia le lanzaste?”

Como se esperaba, Kurumiya fue la que incitó a Renko.

Incriminó a Kyousuke con falsos cargos, puso armas mortales en circulación entre los estudiantes, liberó el limitador de Renko… Qué despreciable… ¿Por qué tenía que aguantar ser manipulado por ella hasta este grado?

Kyousuke se obligó a reprimir su necesidad de preguntarle. Primero, respondió a su pregunta:

“No, yo tampoco estoy muy seguro, pero… ¿Quizás sea la magia del amor?”

“¿Quién puso esas palabras extremadamente empalagosas en tu podrida boca? ¿Me estás menospreciando, mocoso? ¿No crees que te aplastaré?”

“Eh.”

(… ¿O quizás esta perra simplemente se divierte abusando de mí?)

Durante esta conversación, en frente de la contenta profesora cuyos ojos estaban destellando como a punto de decir “estuve esperando todo este tiempo para pronunciar esta oración”, Kyousuke pensó.

Para Kurumiya, la super sádica entre las super sádicas, Kyousuke quien no era más que una persona común quizás sólo era un juguete con un envoltorio de oro. Debido a la excesiva solidez de su cuerpo, ella quería ver cuán lejos podría llegar hasta que el juguete se rompiera.

(Oh, ¿podrá ser eso? ¿Soy el juguete de goma de esta perra?)

Si eso era verdad, Dios no debe existir. En esta escuela, probablemente no existía una Asociación de Padres y Profesores.

“Hmph, como sea. Parece que será más eficiente preguntárselo directamente a ella. Le preguntaré mientras reparto disciplina. Más que preguntarle a su mente, se lo preguntaré a su cuerpo. Personalmente, amo torturar e interrogar… Kukuku.”

Diciendo eso, Kurumiya posó su mirada sobre la inconsciente Renko.

Bajando las dos armas mortales de sus hombros, se relamió los labios y se preparó para avanzar.

Kyousuke rápidamente se levantó y le bloqueó el camino a Kurumiya.

“…… Oye, estás estorbando. Hazte a un lado. Ten cuidado o recibirán disciplina juntos, ¿sabes?”

Habiendo confirmado otra vez cuán aterrante era Kurumiya, ¿por qué él estaba haciendo esto? Ni siquiera Kyousuke tenía idea de por qué.

(… Oh, así es. No quiero verla hecha trizas.)

Mirando en silencio a la chica que le había revelado la verdad–Kyousuke era el tipo de persona que no podría soportar que sucedan cosas así.

Sin moverse ni una pulgada, miró intensamente a Kurumiya a sus ojos donde el instinto asesino estaba alcanzado con rapidez su punto de ebullición. Kyousuke dijo:

“… ¿Que me haga a un lado? No quiero. Si quiere preguntarle, ¿por qué no puede hacerlo normalmente? No debería ser necesario disciplinar deliberadamente, torturar deliberadamente y desquitarse deliberadamente.”

“Creo que es necesario. Y las razones son más que suficientes… Escucha con atención, Kamiya. Creada Para Matar es un ser creado con el único fin de asesinar, es una herramienta. Sin importar la razón, una herramienta que no cumple órdenes es totalmente inútil. Es necesario extirpar la fuente y disciplinar por completo. Aplicar ajustes y reparaciones sería más apropiado como descripción… Dejando eso de lado, puedes quedarte tranquilo. No la romperé. Creada Para Matar–Renko es mucho más resistente que tú. Incluso si sufre la tortura que mataría a una persona común, tiene capacidad suficiente para sobrevivir.”

Después de terminar, Kurumiya apoyó una tubería de acero sobre la garganta de Kyousuke.

Era una tubería larga y fina, color acero, una que podría encontrarse en cualquier parte. Quizás usada para apalear a Renko, su punta estaba doblada. Kurumiya preparó la torcida arma mortal y se mofó:

“… ¿Pero qué hay de ti, Kamiya? El momento justo. Si después de todo lo que dije aun así no te harás a un lado, entonces voy a hacerte una prueba de durabilidad. Siguiendo, siguiendo, hasta el momento en que estés a punto de morir o enloquecer.”

“……”

Aun recibiendo la advertencia de Kurumiya, Kyousuke no retrocedió.

Ya sea en una pelea o algo más, los huesos podían romperse pero el espíritu no debe ceder.

Una vez que se toma una decisión, debe mantenerse hasta el amargo final. –Seguir hasta el final. Este era el principio de Kyousuke.

Con un poco más de diplomacia, quizás no había terminado en esta clase de situación en primer lugar–Pero aun así, para Kyousuke y su sincera personalidad, esta era el único estilo de vida que podría elegir.

Kyousuke decidió proteger a Renko, decidió proteger a la chica que le dijo “Te amo”.

Aunque no podía corresponder a sus sentimientos, en este momento, al menos era capaz de resistir dolor físico en lugar de ella y compartir un poco de su sufrimiento interno.

Esto era lo más lejos que podría llegar para responder a los sentimientos de Renko y expresar emociones de “gracias”.

“… ¿Hoh? Qué gran pervertido eres con lujuria en el cerebro, Kamiya. Muy bien… En ese caso, te dejaré saborear esto apropiadamente. La razón por la que me llaman Fuelle María y por la que me temen en mi línea de trabajo… Kukuku.”

Cargando dos tuberías de acero sobre sus hombros, Kurumiya dio un paso adelante hacia Kyousuke.

Soportando la presión del instinto asesino rebosante de una asesina de primera clase, la frente de Kyousuke empezó a derramar sudor grasiento.

Con el fin de controlar el temblor de su cuerpo, apretó su puño con fuerza–Justo en ese momento.

“¡Yajahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”

Un gran rugido similar a un trueno llegó.

Arrasando con la tensa atmósfera por completo, la voz chillona detuvo los movimientos de Kurumiya.

Su divertida sonrisa empezó a tensarse ante los ojos de Kyousuke conforme se agregaba una capa de enfado a ella.

“T-Tonto… Cuántas veces te meterás en mi camino hasta quedar satisfecho… ¡¿Mohicano?!”

Los hombros de Kurumiya se sacudieron intensamente mientras miraba de reojo.

Parado ante la puerta, cubierto de vendajes, el chico le devolvía la mirada de manera burlona.

“¡Yajaja! ¿No estás haciendo una pregunta que ya conoces la respuesta, niñita Kurumiya-chwa~n? ¡Por supuesto que estuve esperando el momento oportuno para someterte, puta! ¡En otras palabras, hoy! ¡En este preciso momento! ¡Yajajajaja!”

Riéndose sin parar, Mohicano estaba arrastrando con su mano una bola de acero ridículamente grande (cadena incluida), de un metro de diámetro, quién sabe de dónde la sacó. La bola tenía una etiqueta que decía solemnemente “1t”.

“Quita el maldito ‘-chan’. Me pone la piel de gallina. Además, esa bola de acero… ¡¿No es esa mi posesión personal?! ¿Idiota te atreviste a husmear en mi oficina? No te lo perdonaré… ¡No te lo perdonaré en absoluto!”

“Ch, ch, ch, ch. Eso sólo es la punta del iceberg. ¡Por ejemplo, ¿qué hay de esto?!”

“¡¿…?!” La tubería de acero bajó del hombro de Kurumiya.

“¡¿…?!” Kyousuke también se quedó perplejo.

Sin importar cuán impactante eran esas panties con estampados de ositos, lo más impactante era el comportamiento insensato de Mohicano al mostrarlas a propósito en público.

“Mohicano, desgraciado…”

–Qué imbécil.

Mientras Kyousuke reprimía el impulso de hacer ese comentario en voz alta, Mohicano se burló con frialdad.

“Jojo. Lo siento pero Kurumiya-chwa~n es mi mujer… ¡Atrévete a ligar con ella y te elimino! ¡Parece que soy alguien de quien los demás sienten celos! ¡Yajaja!”

“¿Hmm…? E-En serio… Bueno, umm, cómo debería decirlo… Buena suerte. Ja… Jajaja…”

Kyousuke respondió con una risa rígida mientras se alejaba de Kurumiya.

Con la mirada gacha en silencio, los hombros temblándole, Kurumiya estaba irradiando un aura peligrosa parecida al humo de la contaminación. Esta ilusión titilante nacida de la ira lucía casi como flamas negras.

“Cuando… me convertí en… tu mujer… desgraciado… ¡¿HUH?!”

De sus dientes rechinantes, escapó un profundo sonido.

Quizás él notó su reacción o quizás no, pero Mohicano se puso las panties de ositos en su cabeza, sujetando la cadena con fuerza en su mano. Levantó la bola de acero de “1t” del suelo.

“… Entonces. ¡Hoy jugaré contigo hasta que termines quebrada, Kurumiya-chwa~n! ¡Te mostraré mi verdadero poder! ¡¿Ya te enamoraste de mí?! ¡Yajajajajaja!”

Gritando, Mohicano arremetió.

Girando la bola de acero por encima de su cabeza, atacó en línea recta.

“……”

Por el otro lado, Kurumiya permaneció en silencio.

Sus brazos le colgaban con impotencia, sus ojos se cerraron lentamente.

Mohicano blandió la bola de acero hacia el costado del rostro de Kurumiya, acompañado de un estúpido “Hyaajaaaaa” –En ese instante.

“¡MUUUEEEEEEEERRREEEEEEEEEE!”

Con los ojos abiertos, Kurumiya golpeó la bola de acero con la tubería en su mano derecha.

Con un sonido metálico agudo, la bola de acero (1t) se destrozó.

“… ¿Huja?”

En el rostro sorprendido de Mohicano, Kurumiya hundió la tubería de acero que tenía en la mano izquierda.

“Yahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh–¡¿Hidebu?!” (2)

Mandándolo a volar y golpeándose la cabeza contra el cercado de metal, Mohicano dejó de moverse.

Al lado de la inconsciente Renko, sus ojos estaban blancos, todo el cuerpo torcido.

Derrotado, su deformado rostro naturalmente era un mosaico.

“Hmph, por fin te calmaste, qué molesto… ¿Pero crees que esto es suficiente para que te perdone? Más allá de la bola de acero pensar que encima alardeaste con mi ropa interior de la victoria… Parece que tendré que darte mucho amor toda la noche.”

Kurumiya pateó los fragmentos de la bola de acero mientras caminaba hacia Mohicano.

En algún momento en el tiempo, las tuberías de acero se desvanecieron de sus manos.

Kyousuke no pudo ver de dónde las sacaba ni en dónde las guardaba.

Incluyendo el hecho de que consideraba a sus panties de ositos como su ropa interior de la victoria, Kyousuke una vez más experimentó lo absolutamente aterradora que era esta profesora.

“… Oye, Kamiya. Considera esto como trabajo forzado. Limpia la basura de aquí. Voy a regresar al dormitorio. Después de ponerle su limitador a Renko, necesito encargarme de este estúpido cerdo.”

Alzando a Renko con su mano derecha, y a Mohicano con la izquierda, Kurumiya levantó la máscara de gas sobre el suelo en el camino y se la dio a Kyousuke.

“Hikawa Renko quien no puede hacer nada más que matar, Akabane Eiri quien no puede matar a nadie e Igarashi Maina que ya no puede matar más… Cada una de estas chicas que son cercanas a ti son bienes defectuosos y absolutamente problemáticos–Sin embargo, también son prodigios cuyos talentos prometedores están bajo cercano escrutinio. Déjame usarte para corregir a esas retorcidas chicas. Kukuku… Por supuesto, también te disciplinaré a ti por completo–al ordinario Kamiya Kyousuke–para que se convierta en un asesino incomparable.”

Ante Kurumiya quien sonreía con ojos entrecerrados, Kyousuke gritó de manera indómita.

“¡Al demonio! ¡No me convertiré en un asesino! No mataré ni me matarán… ¡Sin importar lo que pase, absolutamente no! Resistiré hasta el final… ¡No piense que me disciplinara para convertirme en un asesino tan fácilmente!”

Aceptando la fiel mirada de Kyousuke, la alegría de Kurumiya aumentó.

“… ¿Hoh? Eso es bastante vivaz de tu parte. Adelante, resiste tanto como puedas, si tienes confianza en tu resistencia. Sin embargo, kukuku… Muy bien. Si puedes aguantar todo el currículum de la Escuela Purgatorio de Rehabilitación, los tres años, mocoso… Sin matar a nadie, sin que nadie te mate, hasta llegar a la ceremonia de graduación–Entonces te permitiré que te gradúes hacia la superficie de la sociedad. Tus falsos cargos quedarán limpios por completo.”

“¡¿…?! ¡¿En serio?!”

“Sí, así es. ¿Ya lo dije, verdad? Siempre hablo con la verdad. Sin importar cuán duro pueda ser un metal, no tiene ninguna utilidad a menos que sea procesado. Convenceré al director. Haz tu mejor esfuerzo por este deseo y meta… Sin embargo, ¿sabes que tres años es mucho tiempo, no? Durante este tiempo, veamos qué tal vas. Kukuku…”

“… No podría estar más agradecido. Aunque signifique morir, resistiré… ¡tengo que resistir y sobrevivir!”

Mientras la silueta desaparecía por el otro lado de la puerta, Kyousuke declaró.

Apretando los dientes, Kyousuke estaba cerrando el puño tan fuerte que sus huesos rechinaron.

Era imposible reírse del predicamento actual de Kyousuke, lleno de desesperanza.

Pero aun así, mientras haya un ligero brillo de esperanza, será capaz de obtener el coraje para seguir con su promesa.

–No me rendiré en lo absoluto.

“Esta vez supongo que llegaré tarde a casa, sin embargo… Espérame, Ayaka.”

Alzando la vista al ocaso rojo que estaba empezando a mezclarse con el azul de la oscuridad nocturna, Kyousuke pensó.

Muy lejos de aquí, en el lugar que él tanto extrañaba, Ayaka seguramente debe estar mirando este mismo cielo…

 

NOTAS DEL TRADUCTOR:

(1) Killology es el estudio de los efectos psicológicos y fisiológicos de matar y combatir en la psiquis humana. Es un término acuñado por Dave Grossman en su libro On Killing: The Psychological Cost of Learning to Kill in War and Society de 1995.

(2) En sitios de Internet japoneses, Hidebu, así como sus variantes Abeshi, Tawaba, y Uwaraba (personajes del manga y anime Hokuto no Ken), son usados como expresiones cómicas de dolor, gritos de dolor.

Traductor al Inglés: Anónimo (Foro Baka-Tsuki)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.

Un pensamiento en “Período 5 – “Lucifer en el Cocytus”

  1. Me parece raro o sea si quieren volverlo un asesino profesional no sera mas facil hacerle un lavado de cerebro seria mas rapido y facil de hacer pobablemente tome menos de tres años encima osea como que se va un poco al diablo esto de hacer buenos asesinos o sea el anciano de la montaña en el puto año 1200 o 1100 o antes la verdad no se bien ya hacia asesinos profesionales lavandoles el cerebro y si que funcionaban y de hay salio el juego assasins creed o sea esta un poco mal echo esto pero we igual esta bueno solo que pierde un poco el sentido si sabes de historias y cosas como yo D:

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