Capítulo 1.5

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Yaya estaba en el suelo de espaldas, mientras que Raishin estaba tirado como un bulto, ambos jadeando salvajemente.

Como Yaya era una Bandoll, podría generar energía mágica por sí misma. Sin embargo, a pesar de eso, la energía generada no era infinita. Al ir quedándose sin energía mágica, terminó exhausta.

Yaya seguía oliendo, pero más importante, se había calmado. Un aliviado Raishin se volvió hacia Frey, quien estaba sentada a la sombra y abrazándose las rodillas.

“Tú también deberías ser más razonable, ¿ok? No soy un pervertido ni nada como eso.”

“Uu… te creo.”

“¡No mientas! ¡¿Lo estás dudando con todo tu corazón, no?!”

“¿Debería seguir a Henri?”

Las mejillas de Frey se colorearon ligeramente mientras volvía al tema principal.

“Sé a dónde está ahora… Revina la está siguiendo.”

“Oh, bien hecho. Pero creo que… podemos dejar a un lado a Henri por ahora.”

Frey inclinó la cabeza, sorprendida.

“En el estado en el que se encuentra ahora, definitivamente no nos dirá nada. Tratar de forzarla a estas alturas sería una pérdida de tiempo.”

“Pero si la dejamos sola, puede que trate de cometer suicidio de nuevo…”

“Quizás. Sin embargo, creo que estará bien.”

“¿…?”

“Es por eso que digo que necesitamos buscar a Charl primero.”

Al oír el nombre de Charl, Yaya saltó.

“Pero Raishin, no tenemos pistas sobre dónde podría estar Charlotte. Aunque hayas dicho que eras su novio.”

“No me guardes rencor por eso. Olvida que lo dije, ¿de acuerdo?”

“Ya que dijiste que hay que buscarla, ¿eso significa que tienes una idea de dónde empezar?”

“No voy a decir que tengo una idea definida sobre dónde buscar, pero pienso que Charl… seguramente todavía esté en algún lugar de la academia.”

“¿Es esa la corazonada de un novio?”

“Ya te dije que no te cuelgues de eso. No es exactamente una corazonada… es más como una expresión de deseo.”

Raishin se levantó abruptamente, levantando arena del suelo. Frey también se puso de pie,

“¿Entonces debería traer las panties de t-Rex?”

“No te obsesiones con la ropa interior.”

“Entonces, su bra…”

“¡Prométemlo! ¡Di que dejarás esa fijación con la ropa interior de la gente!”

Frey estaba un poco triste, trotó de regreso para buscar algo con qué comenzar la cacería.

“Ah, espera.”

Raishin alzó la vista a las hendiduras entre las ramas de los árboles, hablando mientras notaba el color en el cielo.

“Ya casi es hora de la Fiesta Vespertina. Deberías regresar.”

Frey necesitaba dirigir y mantener a sus perros. Ya que había trece de ellos, el sólo alimentarlos ya sería una tarea formidable. Ni siquiera quería pensar en cómo los llevaría a usar el baño.

“… ¿Entonces que vas a hacer, Raishin?”

“Buscaré a Charl. No te preocupes, una vez que se ponga el sol, iré allí.”

“Pero…”

“Está bien. Perdón por pedirte que me acompañes todo el día.”

Con gran reticencia, Frey se montó en la espalda de Rabi, y partió. Los otros perros formaron un grupo y los siguieron.

“Eso luce como algo salido directo de un mito. Alejarse con todos esos perros acompañándola.”

“Así que en resumen, estás diciendo que Frey es una diosa, Raishin…”

Yaya pateó una pequeña roca. Raishin se rió entre dientes, y luego posó su mano sobre la cabeza de Yaya.

“Tú eres mi única diosa. Cuento contigo, mi diosa de la victoria.”

“Raishin… <3”

“Y además, supongo que Shouko también es una diosa, pero en una manera distinta.”

“Yaya estaría bien siendo esa clase de diosa también…”

Una Yaya bastante deprimida murmuró eso angustiada, escaseando su usual vigor.

“Entonces ahora, aunque dije que la busquemos, dónde deberíamos empezar…”

Raishin golpeó suavemente su mandíbula con el puño, inmerso en sus pensamientos.

Si Charl en verdad todavía estaba en los campos de la academia, estaría en un lugar difícil de encontrar, un lugar en donde ni siquiera el staff de seguridad, o los miembros del comité, o incluso los profesores la encontrarían. Se preguntaba si existiría un lugar como ese dentro de la academia.

(Hm. Si le pido ayuda a la Profesora Kimberly, ¿estaría dispuesta a escucharme?)

Esa parecía ser la mejor opción que tenía por ahora. Considerando que Kimberly también tenía algunos contactos dentro de la Asociación de Magos… o al menos, eso parecía. Aunque eso significaba que tendría que sufrir su sarcasmo mientras le estaría debiendo otro favor, había mérito en hablar con ella.

Además de eso, qué otra cosa podría hacer…

“… De acuerdo. Primero, iremos al dormitorio Gryphon.”

“¿Estás planeando robar las panties de Charlotte?”

“No soy esa clase de pervertido. Sólo quiero investigar el lado de Henri de la habitación.”

“Eh, pero dijiste recién que no ibas a buscar a Henri… Ah, ya entendí. Te seguiré Raishin, incluso si es a la cama de otra mujer.”

“No vamos a ir a ningún lugar como ese, ¿ok? Además, eso no es seguir, eso es acechar.”

De todas formas, los dos se dirigieron hacia su objetivo.

El sol ya se estaba ocultando, y así el interior de la arboleda se había oscurecido un poco.

Raishin trastabilló con el abundante césped y las raíces de los árboles, pero continuó corriendo con descensos de velocidad.

Aproximadamente a la mitad del camino al dormitorio, de repente, los árboles en frente empezaron crujir.

La presencia de alguien podía sentirse— era fuerte— ¡y grande!

“¡Yaya, detente!”

Conteniendo a su compañera, Raishin se detuvo en seco.

Casi inmediatamente después, el viento sobre sus cabezas empezó a aullar.

Con la cola barriendo tres ramas, una gran criatura descendió.

Con un ruido sordo, la criatura aterrizó fuerte sobre el suelo, revelándose como un dragón color acero con cuatro alas.

Estaba claro que esta no era una bestia salvaje, la mirada en sus ojos daba la sensación de que poseía un brillante intelecto. Su digna figura estaba llena de grandeza y belleza, haciendo que fuera difícil describirlo como un monstruo.

Había una chica sentada en la espalda del dragón.

Charlotte Belew.

Una de las pocas personas que podía considerarse que tenían el potencial para ser el próximo Rey Mago, y la persona con la que Raishin almorzaba frecuentemente.

En lugar de su uniforme escolar de siempre, Charl estaba vestida de negro. Si bien no estaba usando un set de armadura y casco, su pecho y sus hombros, así como sus demás puntos vitales estaban cubiertos de armadura protectora. Un asesino o alguien del ejército no lucirían fuera de lugar con el atuendo que estaba usando. Esta era ropa de batalla.

Yaya a miró cuidadosamente, aunque no de la manera en que normalmente lo haría, antes de dar un paso en frente de Raishin. Raishin la contuvo, caminando en frente del dragón.

“Yo. ¿Saltándote las clases para dar un paseo? No sabía que eras de las que disfrutan de la vida nocturna.”

La saludó con la misma voz despreocupada de siempre.

“Tengo una montaña de preguntas para ti. Vayamos a algún lugar a tomar algo.”

“… Desafortunadamente para ti, no tengo nada que decir.”

La respuesta de Charl fue fría y seca. Era como si hubiera perdido completamente toda emoción— como si su rostro estuviera hecho de acero. Continuó con su tono inexpresivo.

“Te lo advierto. No acoses a Henri.”

“Me niego.”

Por un breve momento, hubo un titileo de irritación en su rostro como si su fachada se le hubiera resbalado.

“Sin embargo, si vuelves a la academia, lo consideraré. ¿Qué tal?”

“… Idiota. Qué idiota tan impresionante. Como siempre, eres incapaz de interpretar el contexto.”

Una mirada asesina destelló en los ojos de Charl.

“Te estoy diciendo que no te metas conmigo.”

El cuerpo de Charl se llenó de una fuerte energía mágica, haciendo que la atmósfera a su alrededor ondeara.

Su intensidad era aterrorizante. Combinada con la abrumadora aura que el enorme dragón estaba emanando, Raishin pudo sentir como se le ponían los pelos de punta.

“Si no obedeces— te mataré.”

Los ojos de Yaya se abrieron de par en par, y después rápidamente echó un vistazo a Raishin.

A Raishin le temblaron los hombros, y habló un tono de voz desconcertado.

“¿No dijiste el otro día que ibas a protegerme?”

“¡Cállate! ¡Dije que te mataré así que lo haré! ¡Es por eso que te estoy diciendo que no te metas más conmigo!”

La máscara inexpresiva que llevaba puesta se había resquebrajado. Apartando el rostro, pateó los costados del dragón.

El dragón levantó vuelo con una facilidad que contradecía su enorme tamaño. Ascendiendo más y más alto, eventualmente se perdió de vista.

Todo lo que dejó fue un fuerte ventarrón que hizo volar la vegetación desparramada allí.

“… Tú eres la idiota, Charl.”

Raishin suspiró, antes de que surgiera una sonrisa en su rostro.

“¿Cómo puedo marcharme cuando pones una cara como esa en frente de mí?”




Traductor al Inglés: Hayashi (Nanodesu Translations)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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2 pensamientos en “Capítulo 1.5

  1. Coño esta muy bueno! xD

    Aunque en lo personal, creo que el autor se paso de verga al hacer similares a las hermanas… digo, en el jodido manga no se quien es quien! xD

    Gracias por subirlo. Saludos!

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