Capítulo 6.4

Página Anterior     *     Página Siguiente

En frente del edificio con forma de lápida— el Locker, había un alboroto desarrollándose.

La persona en medio de la conmoción no era otro más que Raishin. Estaba recibiendo primeros auxilios— Los estaban vendando brusca e indiscriminadamente.

Rodeándolo estaban los guardias y algunos miembros del comité disciplinario. Mientras lo asistían, algunos de ellos fueron a revisar los daños causados en el interior.

Raishin estaba completamente débil mientras movían su cuerpo como querían. Sus ojos estaban medio abiertos, pero no había luz en sus pupilas. Luego de que terminaron de asistirlo lo cargaron en una camilla, mientras su cuerpo seguía sin sacudirse siquiera.

“Sí que están armando un alboroto por aquí. ¿Hay alguna clase de festival celebrándose o qué?”

Sus instintos asesinos de inmediato se centraron en la voz. Ignorando esas miradas como si no fueran asunto suyo, una mujer casualmente se aproximó a ellos desde un pequeño sendero. Vistiendo un uniforme de profesora, era una señorita alta con una bata blanca.

“Profesora Kimberly… ¿Por qué estás aquí?”

Uno de ellos habló. Kimberly tenía un aire despreocupado.

“Ocasionalmente doy un paseo por esta área.”

“¿Eh? ¿Das un paseo… a esta hora?”

“Me forzaron a ofrecer mi opinión experta sobre algo fastidioso, así que pensé en dar un paseo y sentir el viento de la noche para tomar aire fresco, como un cambio de rutina. ¿Es lógico, cierto?”

“Uh… supongo…”

Abriéndose paso enérgicamente dentro del anillo de gente, empezó a reírse de Raishin vendado en la camilla.

“Qué mal aspecto, Penúltimo. Te ves terrible con esas heridas.”

Sin embargo, Raishin no respondió a sus insultos.

“… ¿Huh? ¿Perdió el conocimiento o algo?”

“Sí. Lo noquearon.”

“Desmayarse con los ojos medio abiertos… qué sujeto espeluznante. Hm… Su respiración es débil, y su temperatura corporal es baja.”

Tocando la piel de Raishin, ella de inmediato se dio cuenta del peligro en el que estaba.

“Si no me equivoco, tiene costillas fracturadas. Los pulmones perforados. Apúrense y llévenlo.”

Habiendo sido alertados, las personas encargadas de la camilla se comportaron con menos rudeza al llevarlo. Aunque definitivamente no lo trataron como un objeto frágil. Con Raishin balanceándose peligrosamente de lado a lado en la camilla, empezaron a transportarlo a la oficina del doctor.

Viéndolos partir con rostro serio, Kimberly dirigió su pregunta a nadie en particular.

“¿Fue linchado o algo? Le apalearon todo el cuerpo.”

“No, la que lo hizo fue una estudiante de tercer año llamada Lisette Norden. Aparentemente, él iba a causar un alboroto en los lockers.”

“Una pelea uno contra uno… ¿Y fue derrotado tan gravemente?”

Sus ojos se abrieron grandes ante la sorpresa. Kimberly se preocupó mientras preguntaba,

“¿Dónde está su autómata? Es una chica bajita de cabello negro.”

“Ah, está por allí.”

El guardia señaló hacia donde había una chica que transportaban, rodeada de los autómatas de los guardias.

Tenía las manos atadas en la espalda, y la estaban levantando de los tobillos. Desde su nuca hasta la espalda estaba cubierta de heridas por cortadas, exponiendo carne viva. Había una gran cantidad de sangre, y todo su cuerpo tenía moretones. Kimberly estaba impactada por el hecho de que hubiera sangre y de que su carne pudiera sangrar. Era exactamente como una humana.

Mientras miraba a Yaya, Kimberly frunció el ceño.

“… Hmph. Parece que ella también está medio muerta.”

“Ah, no, quiero decir… Se puso violenta, así que tuvimos que…”

Sintiéndose un poco culpable, el guardia trató de dar explicaciones.

“¿Violenta? Hmph… Dices eso, pero no veo heridas consistentes con defensa propia.”

Por el contrario, parecía que ella ni siquiera se había resistido. El daño inflingido se limitaba a su espalda, con sus brazos y su rostro sin signos de heridas en lo absoluto. Parecía como si la hubieran atacado por sorpresa con el fin de evitar cualquier problema.

“¿No creen que se pasaron un poco? Dos anillos de captura de nivel E, y tres cintas mágicas aislantes— ¿pensaban que estaban peleando con un dragón legendario?”

“Pero oímos que esta autómata derrotó a diez Suplentes.”

Mientras los maldecía internamente para evitar problemas, Kimberly preguntó.

“¿Qué planean hacer con ella?”

“Se la llevaremos al comité ejecutivo. Puede que Raishin Akabane esté relacionado con Cannibal Candy de alguna forma. Tendrá que ser interrogado.”

“¿Creen que está conspirando con Cannibal Candy?”

Una presencia peligrosa se expandió por el aire. Había una mirada penetrante en los ojos de Kimberly mientras decía,

“¿Se supone que es un chiste? ¿Es alguna clase de broma que está de moda en estos días?”

“No, quiero decir, no estoy muy seguro sobre los detalles…”

“—?!”

De repente, Kimberly se puso en guardia. Volteando, se llevó la mano al bolsillo de su pecho. Sus acciones eran casi mecánicas por naturaleza, como si fuera una soldado de la armada y la hubieran instruido rigurosamente.

“… ¿Profesora? ¿Qué sucede?”

“Recién— esa autómata se movió, ¿no?”

El guardia giró a ver a Yaya, que estaba tan inmóvil como un pescado muerto en una tabla de cortar, antes de negar con inquietud.

“No puede ser. No hay manera de que sea capaz de hacerlo. Su consciencia fue sellada después de todo.”

“No, podría jurar que se movió.”

“Debes haber visto mal, Profesora. Su energía mágica ha sido completamente desconectada. En su estado actual, ni siquiera sería capaz de hablar. En primer lugar, su estructura ya ha recibido una cantidad bastante considerable de daño—”

“¡Retrocede! ¡Agáchate!”

Mientras gritaba, Kimberly ya había saltado hacia atrás.

El guardia no pudo reaccionar. Apenas había girado la cabeza, cuando fue mandado a volar.

Se oyó el sonido fuerte de una explosión, y una luz blanca azulada se disparó.

Energía mágica colosal irradiaba de ella. Algo parecido a aire caliente estaba emanando de todo el cuerpo de Yaya en la atmósfera a su alrededor.

(¿Qué demonios…? Esto… Esto es como alguna clase de… ¿monstruo…?)

En medio del aire caliente, Kimberly pudo ver a Yaya arrancándose los materiales que la retenían fácilmente como si estuvieran hechos de papel.

Su silueta se distorsionaba debido al efecto del aire caliente.

La combustión de energía mágica era intensa. Como una hornalla, flamas blancas azules se disparaban hacia arriba.

(Es un… ¿cuerno…?)

La luz de la luna se reflejó en él, dándole un brillo puro blanco azulado. Estaba sobre su frente, brillando como si estuviera hecho de diamante. Sin detenerse a revisar su cuerpo, la atmósfera alrededor de Yaya empezó a sacudirse mientras ella se movía.

Su figura era la viva imagen de una yaksha. (1)

Un instante más tarde, la sombra de Yaya se había desvanecido completamente—

Dejando atrás a los guardias que estaban inmóviles, perplejos, y a una desconcertada Kimberly.




NOTAS DEL TRADUCTOR

(1) Yaksha es el nombre de una amplia clase de espíritus de la naturaleza, por lo general benévolos, que son tutores de los tesoros naturales escondidos en la tierra y en las raíces de los árboles. Aparecen en la mitología hinduista, budista y yaina.

Página Anterior     *     Página Siguiente

Deja un comentario