Capítulo 14 – Di Mi Nombre

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“…”

En su asiento, Atsumu, quien olvidó encender el aire acondicionado, miraba directamente su teléfono.

Chiriko le había enviado un mail: ‘Celebraremos una fiesta para darle la bienvenida a Menma hoy. Todos los Super Peace Busters se unirán, aunque parece que no te sientes bien. Si estás dispuesto, únetenos.’

“Si estoy dispuesto… ¿qué quiere decir?”

¿Qué es estar dispuesto? No podía encontrar ninguna razón para estar dispuesto.

Atsumu se sentía irascible, como si Chiriko lo hubiera traicionado.

¿Todos los Super Peace Busters?

El enojo de Atsumu se había convertido en el enojo de Menma. Ella tembló en silencio, su respiración corta y desajustada parecía estar al lado de su oreja.

Atsumu ya había perdido su habilidad para tomar la decisión correcta. No había otra manera de hacerlo aunque tuviera este problema. Pensó en las profundidades de su corazón.

(Si hubiera una Menma que sólo él pudiera ver…)

¿Qué pensaría Menma si supiera las cosas que pienso? El problema era que Atsumu ya no podía detenerlos. Estos pensamientos no podían evitar que hiciera esto.

“Menma. Déjame verte. Déjame echarte un vistazo.”

Atsumu empujó forzosamente la puerta.

“Ah…”

Meiko practicó su voz en frente del ventilador electrónico rotatorio.

Antes de que Jinta se fuera a la escuela, él abrió la ventana de su habitación e incluso subió el ventilador eléctrico por las escaleras. No sabía que el clima caluroso sólo era una percepción mental para Meiko y no una experiencia física. Aunque él no lo sabía, no fue a comprobarlo deliberadamente.

Meiko aceptó la tierna gentileza de Jinta y se quedó junto al ventilador electrónico.

“Ah… Ah…”

Pero era muy aburrido. Este sentimiento de aburrimiento estaba mezclado con preocupación por Jinta, haciendo que el tiempo fuera más difícil de soportar.

Por lo cual, Meiko bajó las escaleras.

El santuario estaba ubicado en el living.

Aunque era consciente de su presencia, todavía tenía un poco de miedo de acercarse. El nombre que el padre de Jinta mencionaba al referirse al santuario y la foto ubicada sobre él era un rostro que Meiko conocía, pero siempre había titubeos en su corazón que la detenían y no la dejaban echarle un vistazo.

No obstante, Meiko estaba sentada en el almohadón en frente del santuario sin titubeos.

“Tía…” (1)

Meiko juntó sus manos en frente de la madre de Jinta. La milagrosa escena de un espíritu llevando a cabo una ceremonia conmemorativa para una persona fallecida estaba sucediendo aquí.

“La Tía es mucho más hermosa que la que está en la foto. Lo mismo pasa con la foto de Menma: a Menma no le gusta mucho la foto, es una foto rara en la que Menma no hace una V con sus dedos. A Menma le gusta hacer una V cuando le toman fotos. Las fotos en la que no hace una V son muy pocas.”

Luego, hizo sonar ligeramente la campana. El nítido sonido resonó en la húmeda sala, acarreando un sonido refrescante y hermoso.

“Aunque Menma haya muerto, sigue siendo muy alegre…”

Goteo, goteo… Algo goteaba de los ojos de Menma.

“Ah. ¿Ahle? ¿Qué sucede? ¿Eh?”

Lágrimas se derramaban. Aun habiéndose refregado los ojos con el dorso de la mano, las lágrimas no parecían cesar.

“¿Qué me pasa? Qué extraño… Tía, por favor no te rías de mí.”

La madre de Jinta sonreía con dulzura en la foto, aunque no pudiera hacer el sonido de la risa realmente. Y en lugar de ese sonido, se oyó el sonido del timbre que estaba a punto de romperse.

“… ¿Eh?”

Tap, tap, tap. Meiko subió las escaleras y volvió a la habitación de Jinta.

Abrió la ventana de allí, extendió su cuerpo hacia delante, y miró.

“¡¿Anjo?!”

En frente de la puerta se encontraba Anjo quien iba de camino a la escuela.

Encantada, Meiko quería agitar sus manos hacia Naruko.

(An-Anaru… ¿le tendrá miedo al espíritu de Menma?)

Meiko recordó la mirada de Naruko ayer. Era una mirada muy impactada con los ojos abiertos por el desconcierto. Meiko recordó que nunca había visto esa mirada suya cuando estaba viva.

(Seguramente tenga miedo.)

Todos los Super Peace Busters empezaron a temerle.

(Demonios.)

El rostro de Naruko estaba obviamente tenso.

Presionó el timbre y no se fue aun cuando no había nadie que abriera la puerta.

Pensó que Jinta estaría en su casa, ya que obviamente había evidencia de haber alguien en la casa: la ventana de esa habitación estaba abierta.

Era la habitación de la esquina en el segundo piso. Si no hubo cambios, esa debe ser la habitación de Jinta. Las cortinas sobre la ventana revoloteaban ligeramente como plumas.

(¿Menma también está en esa habitación?)

El viento pasó. Whoosh, pasó por la habitación.

Inducidas por el viento, las cortinas se sacudieron.

Luego, las cortinas cayeron, pero en el instante en que cayeron, crearon una misteriosa forma cóncava. Era como si una persona invisible estuviera parada allí.

“!!”

Naruko titubeó. Pero rápidamente, el murmullo en su corazón se pacificó.

Las cortinas que habían cambiado de color con el pasar del tiempo ahora eran de un blanco cautivador bajo la luz del sol. Era un blanco extremadamente dulce y elegante que revoloteaba, como el vestido blanco que ‘ella’ usó aquel día…

Naruko lo entendió.

Entendió quién se encontraba allí.

“Menma. ¿Estás ahí?”

Meiko escuchó el murmullo de Naruko.

Aunque fueron palabras que no podían oírse únicamente por su volumen, el movimiento de la boca de Naruko y su expresión hizo que Meiko entendiera.

“¡Ah!”

Las palabras de Naruko implicaban que Meiko estaba realmente allí.

“Anaru. ¡Menma…!”

Lágrimas gotearon otra vez del rostro de Menma.

“Dilo otra vez. Di Menma otra vez. ¡¡Anaru…!!”

Meiko salió corriendo de la habitación y bajó las escaleras tan rápido como pudo. El corazón de Meiko estaba galopando. Naruko estaba dispuesta a aceptarla, y al igual que aquella vez, ella pronunció su nombre.

No había tiempo para pensar en cosas sofisticadas.

Con mucho ánimo, Meiko abrió la puerta…




NOTAS DEL TRADUCTOR

(1) Los Japoneses usan el término ‘tía’ (‘aunt’ en Inglés) para referirse con cortesía a la madre de otra persona. Aquí en realidad dice ‘auntie’, diminutivo de tía, para expresar lo cercana que era su relación y además es una manera infantil de decirlo.

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